Hace unos días comenzó por parte de la empresa Valoriza el encargo de retirar de la vía pública los residuos urbanos, que se acumulaban desde hacía un mes en las calles coruñesas. El motivo, una huelga indefinida que se declaró en la empresa que tenía la obligación de hacerlo, según contrato que recayó en Prezero.
A estas alturas, el asunto no está claro y salpica también al Ayuntamiento coruñés, que ante la gravedad del tema y la extensión del conflicto se ha visto obligado a tomar la decisión de declarar el estado de alarma sanitaria de la ciudad, debido, sobre todo, al tiempo transcurrido y la inacción, pues se debió abordar antes, sin esperar que la situación fuese de emergencia.
Las altas temperaturas que se dan en esta época veraniega no son las propicias para esta escalada, tengan razón o no sus trabajadores, por el daño que se le hace a la ciudadanía y los problemas de salud que pueden surgir derivados de posibles focas de contaminación, por acumulación de todo tipo de residuos en la vía pública. Hay fechas más acordes para presentar un conflicto y no precisamente ahora, que la ciudad está en plena estación veraniega y con mucha gente de por medio, incluso las fiestas propias de esta época.
Es tiempo de mirar para adelante y hacer responsable de este desafuero ciudadano a la empresa, sus trabajadores y al Ayuntamiento en su conjunto, por no haber tomado las medidas apropiadas y ajustadas a derecho en el comienzo del problema. El problema no desaparece solo, hay que darle una solución por las tres partes y ceder donde tengan que hacerlo, y nunca poner a la ciudad y sus ciudadanos como rehenes. Se está jugando con su salud y bienestar y es preciso tomar medidas para que esto no vuelva a suceder.
Ahora, en este instante y por un tiempo, es Valoriza la encargada de retirar todos los desechos urbanos de la vía pública, pero Prezero tendrá que tomar de nuevo las riendas una vez el grueso de lo acumulado desaparezca de las calles coruñesas, lo que tardará seguramente algunos días, puesto que, tras un mes de acumulación de toda clase de residuos, este desalojo no se hace en un corto espacio de tiempo. Además hay que baldear las zonas donde se acumuló tanto desperdicio y reponer nuevos contenedores en sustitución de los que fueron quemados. Por último, alguien tendrá que pagar los desperfectos causados por los actos de vandalismo.
Tanto a la empresa Prezero como al Ayuntamiento le esperan días de complicación una vez que Valoriza finalice su trabajo. O ponen las cosas en su sitio o volveremos a las andadas a la vuelta del calendario.