Pobreza energética

La bajada de temperaturas que estamos padeciendo en los últimos días, donde muchas de las localidades gallegas rondan los cero grados, ha dejado nuevamente al descubierto los problemas que padecen numerosas familias que sufren la denominada pobreza energética. Un hogar entra en esta situación cuando es incapaz de pagar una cantidad de energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas, o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos para hacer frente a la factura energética de su vivienda.


El informe elaborado por Cáritas, que cada vez adquiere más vigencia, da cuenta de hogares que se declaran incapaces de mantener la vivienda a una temperatura idónea(18%); de los que declaran tener retrasos en el pago de las facturas energéticas de la vivienda (7% ); de los que se ven obligados a asumir gastos desproporcionados en las facturas y que a veces consumen mucha energía por el mal aislamiento de la vivienda(14%), y de los que el gasto en energía es tan bajo que supone la privación en las necesidades energéticas básicas para las familias(13%).


La carencia de energía eléctrica limita las posibilidades de disfrutar de una alimentación sana y equilibrada, y esto hace que cocinen menos y consuman alimentos poco elaborados que afectan directamente a la salud de los miembros del hogar, especialmente de los menores.


Los que sufren pobreza energética pueden acogerse a las ayudas promovidas por la Xunta de Galicia. El consumidor vulnerable puede recibir una compensación del 25% de descuento en la factura y el severo hasta el 40%. Se han creado además una categoría de afectados por las covid-19, de personas en ERTE, o con consecuencias directas de la pandemia donde el descuento puede llegar al 25%.


En los últimos tiempos la pobreza energética no paró de aumentar en los hogares con rentas más bajas como consecuencia de la crisis económica. Recordemos que España se encuentra a la cabeza de la factura de energía doméstica más cara de Europa y ello favorece el aumento de la pobreza energética y las desigualdades. No debemos olvidar que la pobreza energética es una de las muchas caras que adopta la pobreza en nuestro entorno más inmediato.

Pobreza energética

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