Hecuerdo que, allá por 1973, la compañía ferroviaria estatal RENFE lanzaba una famosa campaña publicitaria, protagoniza por niños, que recomendaban a su viajero padre : “Papá, ven en tren”. Hoy, si los que tuviesen que recomendar medio de transporte a sus padres fuesen niños ferrolanos, lo mas probable es que les dijeran: “No vengas en tren, que se tarda mucho”.
No es de recibo que un viaje en ferrocarril Ferrol-Coruña, y viceversa, tenga una duración de una hora y veinte minutos de media, cuando por carretera, en la AP-6, el recorrido sería de unos cuarenta minutos. El maldito “bypass” de Betanzos, es un punto negro de la línea ferroviaria, que data de 1913, y que sigue en punto muerto. Si se emprendiesen las necesarias obras para su eliminación, tendría un coste de 120 millones de euros, pero ninguno de los gobiernos centrales ha tenido a bien aprobarlas y ejecutarlas, a lo largo de las sucesivas legislaturas. El trayecto modificado podría sufrir una reducción temporal de 45 minutos en los viajes, pudiendo asi ser competitivo con el transporte por carretera.
Por otra parte, debo comentar que, yo mismo, he sido protagonista, hace unos días, del hecho que paso a relatar a continuación. Teniendo necesidad de realizar un viaje a Madrid, me trasladé a la estación ferroviaria de Ferrol, en cuya taquilla me atendió una amable empleada. Le mostré mi Tarjeta Dorada, que da derecho a los pertinentes descuentos para mayores, e hicimos una simulación de los viajes de ida y vuelta Ferrol-Madrid. Le pregunté a cuanto ascendía el precio final, con descuento incluido, y me dio una cifra superior a los 220 euros. Con asombro, le pregunté: ¿No se habrá equivocado usted…? Con toda seguridad, me respondió que no, pero añadió: ¿Tiene usted posibilidad de salir desde A Coruña? Contesté que sí, ya que mi hija reside en la capital de la provincia. Realizó nuevo cálculo y la cifra ahora facilitada me hizo sonreír ampliamente. El precio de ambos billetes ascendía a 122,70 euros, lo que suponía un ahorro de 100 en el importe final. Era algo asombroso y, prácticamente sin explicación, ya que también suponía una considerable reducción en tiempo de los viajes, aunque hubiera necesidad de hacer transbordo en Orense, que es prácticamente de minutos.
Es, pues, necesario que todos los habitantes de Ferrolterra y, por ende, todos los grupos sociales y políticos de la ciudad de Ferrol y la comarca colindante se constituyan en “frente común” y crear una “Plataforma en Pro del Ferrocarril”, digno y viable, que permita que las ciudades de A Coruña y Ferrol tengan una conexión ferroviaria adecuada a sus necesidades, que venga a redundar en beneficios sociales y económicos para estudiantes, trabajadores y viajeros en general.
Vemos que, en campaña electoral, todos los partidos políticos se muestran partidarios de reivindicar esta necesidad de mejora de las infraestructuras ferroviarias de Ferrolterra, pero también es obvio, que, actuando por separado, el resultado alcanzado en los despachos de los ministerios correspondientes en Madrid no tiene el eco necesario. El ansiado proyecto permanece arrinconado en los cajones de las mesas de dichos despachos.
Por ello, es necesario insistir en que la unión hace la fuerza y todos los ciudadanos de Ferrolterra, a una y sin distinción de color ideológico, convenzan a sus representantes políticos de esa unidad de acción y crear una plataforma unívoca, con una masa social abrumadora, para obtener un resultado real y efectivo. Es preciso abandonar aquella postura, muy ferrolana, del “de que se trata, que me opongo”.
Es necesario, insisto, crear esa plataforma ciudadana unitaria y masiva por un ferrocarril digno entre Ferrol y A Coruña. Y que volvamos a poder decir, con toda convicción: ¡Ven a Ferrol en tren!