Malos días para Galicia

En mayo estuvo en Galicia en campaña electoral la ministra de Transportes y dejó dos perlas: la primera, que los trenes Avril, necesarios para completar la Alta velocidad, no llegarán hasta finales de año (¡). La segunda, fue la negativa de su departamento a reparar al mismo tiempo los viaductos de la A-6, sin fecha de finalización y ya se dice que la autovía no recuperará la normalidad hasta 2028.


Por esos días también se supo que la Audiencia Nacional condena al Gobierno a pagar 7,7 millones a Dragados por retrasos en las obras de la autovía Santiago-Lugo. Imaginen la de metros que se podrían construir de Palas de Rei a Arzúa con tanto dinero ¡perdido por mala gestión!.


Hace dos semanas, un nuevo varapalo. Dijo la vicepresidenta de Economía que “Se han incorporado todos los proyectos que propuso la comunidad autónoma de Galicia, salvo uno (Altri) en el que parece que tienen un enorme interés, pero tienen que entender que las normas de aplicación de los Fondos Next Generation exigen unos procedimientos de control de cualquier conflicto de interés y no se pueden dar a dedo o tomar decisiones arbitrarias”.


Así justificaba la denegación de ayudas de los Fondos europeos a la multinacional portuguesa Altri, el proyecto industrial para fabricar fibras textiles procedentes del eucalipto, un tejido alternativo en el mundo de la moda.


Altri es un proyecto tractor de otras inversiones, está declarado de interés estratégico por el Gobierno gallego y cumple con todos los criterios exigidos para recibir los Fondos “transformadores” de la economía, La inversión superaría los 800 millones de euros y la creación de 2.500 puestos de trabajo en Palas de Rei, una inyección económica que revitalizaría la Galicia rural, sobre todo las comarcas de A Ulloa, Terra de Melide, Arzúa… y la ciudad de Lugo. Esta industria, además, aportaría valor añadido al monte gallego y a su madera de la que viven miles de familias  y vincularía a este sector con el textil generando sinergias en ambos sentidos.  


La vicepresidenta de Economía tendrá que explicar cuáles son los criterios que no  cumple Altri, qué es lo que no encaja en los Fondos Next Generation. Si no lo hace los gallegos, que somos desconfiados porque “chove sobre mollado”, tenemos que pensar que detrás de esa negativa hay otros intereses ocultos, como desviación de inversiones a proyectos de otras comunidades o un “castigo a la derecha reaccionaria gallega” en vísperas de elecciones. Sí queda clara la poca sensibilidad de esta ministra gallega con su tierra a la que solo tare malas noticias.


Ya tiene tarea la conselleira Lorenzana para luchar por Altri y salvar Stellanis que, cansada de esperar, está reforzando fábricas rivales de Vigo.  

Malos días para Galicia

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