La guerra de Ucrania

Rusia le va a costar trabajo aprender la lección que están recibiendo en la invasión de Ucrania, el mandatario ruso y sus acólitos del Kremlin, están en una nube imperialista, de la que les va a costar mucho bajar y poner los píes en el suelo. Las bajas rusas, están siendo escalofriantes, llevan más de 90.000 efectivos muertos, a parte los prisioneros, solo en los días 2,3,12,13 y 15 de noviembre perdieron más de 3.700 soldados en el campo de batalla, cuando las cifras anteriores se situaban en 250-350 bajas diarias.


El aumento es considerable, a este paso el ejército ruso perderá en poco tiempo a todas las fuerzas de la primera invasión, hay que tener en cuenta que más del 60% de aquel ejército ha sido aniquilado, sin contar los prisioneros en poder de Ucrania.


¿Que puede pasar en Rusia, ante este calamitoso fracaso militar? Solo, hay dos salidas y ninguna de ellas es fácil para los actuales mandatarios. Puede acontecer, que haya un golpe de Estado y Putin, sea apartado de forma violenta de la presidencia, junto con sus seguidores más cercanos. O que, Rusia, se enfrente a la descomposición de su actual sistema y también, la desaparición del gigante ruso, como hoy le conocemos, dando origen al nacimiento de diversas repúblicas independientes.


Rusia, ahora, en el ámbito militar, está colapsada en Ucrania, por sus elevadas bajas, no, solo, en efectivos, sino, en material. No hay más que, echar un vistazo a Ukrinform y ver las perdidas tan elevadas que sufre en aquella aventura emprendida por Putin. En sus deseos de emular a Pedro el Grande.


Lo malo, es que, no aprenderá la lección que está recibiendo y sufrirá mucho más, enviando nuevas fuerzas a la lucha, con escasa preparación, en una guerra sin sentido para todo el mundo, salvo para la mente enfermiza de su presidente y él circulo más allegado. Eso tiene un costo muy elevado ¿Seguirá Rusia, movilizando recursos humanos para enviarlos al frente de Ucrania?


Mientras Putin, esté en el poder, lo hará, tantas veces como sea preciso, es una máquina maquiavélica. Al que le interesa mantener un concepto personal de guerra, disimulado como operación especial. Una guerra encubierta a su pueblo. Solo le interesa su ego personal de ser el hombre más poderoso de Rusia, sin ansia, ni límites, por hacer sufrir a su pueblo y martirizar a la población civil ucraniana.


De seguir todo igual en el desarrollo del conflicto ucraniano, la derrota del ejército ruso, puede ser de las que hacen historia y muy dolorosa para el pueblo, debido a la gran cantidad de bajas humanas que está padeciendo, el material se puede sustituir, los efectivos no. Las consecuencias políticas, militares, económicas y sociales de Rusia, serán muy duras y tardará mucho tiempo en superar el proceso en que está inmerso. No será gratis, para los actuales mandatarios, que además, tendrán que enfrentarse ante la Justicia Internacional, seguramente por crímenes de guerra ó de lesa humanidad, por la barbarie cometida contra la población civil y la destrucción de objetivos civiles, así como las torturas practicadas contra prisioneros caídos en sus manos, que terminaron muriendo.


La situación actual es muy complicada para Rusia, además de los caídos en batalla y prisioneros, las pérdidas de material son enormes, más de 2.900 tanques, 5.850 blindados, 1.900 sistemas de artillería, 395 cohetes múltiples, 280 aviones, 262 helicópteros, 1.560 drones, 530 misiles, 4.450 vehículos de transporte, entre otras más. Sus consecuencias finales, son aún impredecibles, pero todo apunta, al fracaso total del Ejército ruso en Ucrania, una aventura que saldrá muy cara a los rusos.      


A parecer, las primeras voces, se levantan en Rusia por el fracaso de la invasión de Putin y las derrotas constantes a las que se ve sometido el ejército ruso, ante la ofensiva militar de Ucrania. Como dijo Julio César, “la suerte esta echada”.

 

La guerra de Ucrania

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