A Coruña, circulación

No es posible circular por la ciudad coruñesa, sin pasar por alguno de sus atascos a diario, siempre hay alguna obra menor que hacer y ésta alimenta el ralentí de la circulación, cuando no es por otros motivos, sean incidencias de tráfico, propiamente dichas ó caídas de objetos, desprendimientos de cornisa de alguna fachada, limpieza de viales por restos de aceite o gasolina y así un sinfín de motivos que ralentizan el tráfico y pone a prueba los nervios del conductor de turno. 
 

En unas calles, que no están al último grito para recibir el tráfico actual de la vorágine de vehículos cada vez, más voluminosos. Que fueron diseñadas en su momento con unos que apenas ocupaban espacio, como eran los 600, el 127, el 124, el Renault Daupine, Sinca mil, citröen 2cv y otros muchos de la variedad de la gama SEAT, principalmente y servicio público en general, como taxis, además existía un transporte público denominado “Trolebús”, que enlazaba los barrios de la ciudad y siempre iban llenos de gente, de regreso a sus casas, después de un día de asueto por el centro de la ciudad, entre viandas y compras. El caso que esta es una mirada retrospectiva, a la cual no vamos a volver y nuestras calles, se poblarán de vehículos cada vez de mayores dimensiones y voluminosos, es lo que tiene el progreso de querer todo grande y cuanto más, mejor. Las calles coruñesas, no dan para hacer milagros, salvo que se haga una nueva ciudad sobre la existente, con unos viales, el doble de ancho de los actuales. Con lo que el circular y aparcar en la Coruña, es un grave problema en toda su extensión, las calles están llenas de vehículos que duermen en ella y se dejan incluso días sin moverlos, debido a que luego al regreso no hay forma de encontrar un hueco para dejarlo. El sistema semafórico de la Coruña, es un grave inconveniente para el tráfico rodado, hay calles en que los semáforos  están muy juntos y cuando se abren unos se cierran otros, con lo que te puedes encontrar en una calle de apenas cien o ciento cincuenta metros, con cuatro cruces, regulados por semáforos y cuando unos abren otros cierran, lleva más tiempo su recorrido en coche que hacerlo andando, pero depende, a donde vaya uno en su ocupación diaria, debido a que esta ciudad tiene un trazado muy irregular, estrecha en unos puntos y ancha en otros. El concejo, tiene que exprimir las ideas y buscar soluciones a esta crítica situación, sin complicar más, de lo que está, el tráfico coruñés.
 

Además, hay intersecciones del centro que son muy conflictivas para circular, es el caso de Linares Rivas, Viaducto de Alfonso Molina, Primo de Rivera, Juana de Vega, Plaza de Pontevedra, San Andrés en toda su extensión hasta el barrio de Monte Alto, la cual está muy saturada de tráfico y luego las rondas del Paseo Marítimo, que conducen a dicho punto y el túnel del María Pita y Parrote, todo ello, es un cúmulo de problemas para el conductor y su vehículo. Por tanto hay que dar soluciones rápidas, sino, la ciudad va camino del caos rodado. Se necesita una mejor regulación en toda su extensión del tráfico, con unos semáforos inteligentes, que den prioridad en aquellos puntos conflictivos, para gestionar mejor el caudal de circulación en la ciudad, no mantener los estados actuales de tiempo, hay en lugares que sobra el tiempo de unos y perjudica a otros, zona Plaza de Lugo, en sus respectivas intersecciones hasta alcanzar por un lado, la Plaza de Orense, por otro, la Plaza de Pontevedra, Juana de Vega y Juan Flórez. Se necesitan soluciones prácticas, pensar que la bici, patinete, transporte público actual é ir andando, se arregla el problema, es tener una pobre visión de la realidad, si hasta en los países que más se usaban las bicis, se han mudado al vehículo a motor. El progreso se hace en movimiento, la regresión, el camino a la inversa.

A Coruña, circulación

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