Facundo Cabral, que más que un cantor era un filósofo sabio, decía que “no hay nada mas argentino que nacer argentino. Cuando encendés la radio te das cuenta: los jóvenes se sienten norteamericanos y los viejos se creen europeos. ¿Cómo va a funcionar un país donde nadie está en su lugar?”. También citaba una frase de la Madre Teresa: “Yo no puedo darme el lujo de la política. Una vez me detuve cinco minutos a escuchar a un político y en esos cinco minutos se me murió un viejecito en Calcuta”.
Ser argentino o ser español no parece tan diferente. Ninguno de los dos países tiene los líderes que se merece, aunque, seguramente, no puede haber políticos sanos en sociedades insanas. Los políticos no son extraterrestres, salen de entre nosotros, sólo que los mejores, los más preparados, posiblemente prefieren dedicarse a otras cosas y a la política van, en gran medida, los que ponen la lealtad por delante de la inteligencia y la oportunidad por encima de la verdad, Como dice Javier Gomá, “hoy la vulgaridad es el discurso oficial”.
Si en Argentina nadie está en su sitio, aquí nos pasa otro tanto. ¿Cómo va a funcionar un país donde la vicepresidenta del Gobierno afirma que falta transparencia ¡en el Gobierno!, y que el presidente les miente y les oculta a sus ministros algunas de las decisiones que ha tomado el Consejo de Ministros donde, se supone, acude, está y se estudia lo que se aprueba la propia vicepresidenta de ese mismo Gobierno y cuatro ministros “propios” que, además, en lugar de dimitir siguen en sus puestos, sabiendo que el presidente les va a volver a engañar? ¿Cómo va a funcionar un país donde los que delinquen hacen las leyes para que se perdone y olvide su delito, con el consentimiento del presidente del Gobierno, que sólo puede seguir siéndolo con el apoyo de quien se ha fugado de la justicia y quiere independizarse de España? ¿Cómo va a funcionar un país donde el presidente oculta información y miente para proteger a su mujer, sometida a una investigación judicial que cada día crece por los descubrimientos que se van conociendo, y donde la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil hace un informe filtrado intencionadamente -en el que la exculpa- lo que no es su función en ningún caso, aunque a continuación señala que no tiene todos los datos precisos para llegar a esa conclusión que sólo corresponde a los jueces? ¿Cómo puede gobernar un presidente si los partidos que le apoyan le someten a un chantaje permanente en cada ley, a pesar de que la mayor parte de ellos -Sumar, ERC, Junts- están en un proceso de luchas internas por el poder y de debilitamiento creciente, lo que no puede garantizar la estabilidad no ya a corto plazo sino la semana que viene? ¿Cómo puede funcionar un país donde mientras la izquierda se alía con la derecha más burguesa, los herederos de ETA y los independentistas enemigos de la Constitución, la derecha se pelea, se insulta y es incapaz de ofrecer una alternativa sensata y un programa realista? ¿Cómo puede funcionar un país donde la independencia judicial y la separación de poderes están contaminadas o en grave peligro y la oposición no es un adversario sino un enemigo?
Milei mediante, Sánchez mediante, no hay tantas diferencias entre argentinos y españoles. Ninguno quiere ser lo que le corresponde ni estar en el sitio en el que debe en busca del bien común, el de los ciudadanos, no el suyo. Nos merecemos ya otros líderes y otras formas de hacer política.