Capitalista despiadado

La Encuesta de Población Activa (EPA) chafó la marcha triunfal del empleo en el último trimestre. Pese a este frenazo, la economía gallega registró 1.104.500 ocupados el año pasado, en el conjunto de España se crearon 278.900 nuevos empleos y la cifra de ocupados está muy cercana a los 20.5 millones.  
 

Pero el objetivo de este comentario no es analizar la EPA, sino utilizar sus datos, que son mejorables, para señalar que los empleos no caen del cielo, fueron creados por   empresarios que sostienen a millones de familias y los beneficios que obtienen   revierten a la sociedad en forma de impuestos. Así generan riqueza para la propia sociedad. 
 

Por esto y por más razones, quién ataca a los empresarios, grandes o pequeños, o lo hace por desconocimiento -la ignorancia es muy atrevida- o por mala fe. Decidan ustedes en qué casilla sitúan a la ministra Belarra que acaba de arremeter contra Carrefour y Mercadona “que se están haciendo de oro”. Al presidente de esta empresa le llamó “capitalista despiadado” y apostilló que “Es indecente que el señor Roig se esté llenando los bolsillos a costa de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania”. 
 

No es la primera vez que el presidente de Mercadona es el blanco de las iras de esta señora -tiene más perfil de activista política que de ministra- y de su partido que siguen defendiendo la “intervención pública de la distribución para topar los precios de los alimentos”. Quieren supermercados nacionalizados, modelo Cuba o Venezuela donde escasean el azúcar y el petróleo, sus productos nacionales. 
 

Sus lagunas son enormes y desconoce las cuentas de resultados de las empresas de distribución. El economista Juan Ramón Rallo afirma que Carrefour bajó las ventas en el primer semestre del año pasado con respecto al anterior y gana 0,6 céntimos (no 6 céntimos, 06) por cada euro vendido. 
 

Mercadona aún no presentó resultados, pero debe facturar con esos márgenes y por lo que hizo en años anteriores se sabe que sus beneficios revierten a la sociedad manteniendo a proveedores, puestos de trabajo con salarios decentes -este año subirán lo mismo que el IPC-, pagando impuestos y recuperando patrimonio y promocionando la cultura y la educación. 
 

Estas son sus credenciales. “Los empresarios somos los que generamos riqueza y bienestar. Si después a los que les toca gestionar lo saben hacer, hay riqueza para todos; sino, hay enfrentamiento”, fue la respuesta de Roig a la señora Belarra, que le acusa sin fundamento, con mentiras e insultos. Le sobra demagogia y le falta sensatez para   valorar a los empresarios y capacidad para gestionar la riqueza que crean. Seguramente Juan Roig no la contrataría como cajera, pero llegó a ministra. Así es la vida.

Capitalista despiadado

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