Atención Primaria

Para los de mi generación el médico de cabecera-ahora de Atención Primaria/Médico de Familia -ha sido una figura indiscutible para controlar los procesos de enfermedad o patológicos que he ido padeciendo a lo largo de los años. En aquellas épocas se trataba de unos profesionales que gran parte de la jornada laboral de atención al paciente, con unas salas de espera colapsadas, la dedicaban cubriendo recetas en los casos en los que no disponían de una de enfermera para ayudarles en trabajo burocrático del recetario- no había receta electrónica- y de atención a numerosos pacientes que llenaban a diario a sus consultas.


Hoy en día la especialidad de Atención Primaria/ Médico de Familia suele ocupar .los primeros lugares en lo que se refiere a la falta de especialistas que lleguen a cubrir las plazas existentes en un centro de diagnóstico, ambulatorio o lugar alejado en el que el facultativo pasa consulta diariamente, o en algunos casos un par de días a la semana.


Entre las definiciones más frecuentes sobre este profesional sanitario destacamos la que hace mención  a que el médico general o médico de familia es el profesional que, ante todo, es responsable de proporcionar atención integral y continuada a todo individuo que solicite asistencia médica y puede implicar para ello a otros profesionales de la salud, que prestarán sus servicios cuando sea necesario.


La medicina de familia es la atención integral y continuada de todo tipo de pacientes, en base a la coordinación de recursos sanitarios, orientación a la familia y a la comunidad. El perfil profesional está íntimamente relacionado con la práctica habitual de trabajo en un consultorio o centro de salud y formando parte de un equipo de atención primaria. El médico de familia en los últimos tiempos asumió el protagonismo de un gran cambio de la sanidad teniendo como centro la prevención de la enfermedad, la promoción de la salud y la eficiencia. Como elementos básicos a desarrollar destacan la competencia clínica para resolver una gran mayoría de los problemas de salud. Unas actuaciones que tiene que estar respaldadas con la puesta en marcha de sistemas de acreditación de estos profesionales.


El médico de Familia, conocido también como de cabecera o generalista por la población, se prepara durante cuatro años de formación MIR

 

Un período educativo que lleva a cabo tanto en el hospital como en centros de salud acreditados para ello y en los que adquieren conocimientos médicos en áreas como las  quirúrgicas, urgencias, salud pública y medicina comunitaria, adquiriendo de esto modo una alta cualificación profesional. La formación de este colectivo médico repercute en una mejora de la salud de la población.


Los poderes públicos y sanitarios que tienen plenas competencias en este sector deberían preguntarse que está fallando para que todos los años que se convocan plazas -este año 207- de Medicina de Familia un importante número de ellas quedan vacantes. 


Es necesario saber las razones por las que profesionales perfectamente formados no firman muchas de las que se les ofertan. Algo pasa y la administración sanitaria tiene que conocer los motivos para de este modo adoptar soluciones. El Médico de Familia es el primer eslabón muy necesario en el actual sistema de Atención Primaria.

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