A los numerosos motivos existentes para que debamos pintar los buques, basados en la decoración e imagen, se suma uno más importante, la protección del buque. Una protección que debe ser tanto física como química, y que convierta a la nave en un lugar más seguro.
Esto último se conseguirá creando con la pintura una película formada por varias capas, entre una superficie y el ambiente, que protegerá al acero contra la corrosión, a las cubiertas expuestas contra la abrasión, y a las zonas bajo el agua, la conocida como “obra viva”, contra las incrustaciones marinas.
La pintura podría definirse como un producto, el cuál presentado en forma líquida o pastosa, y aplicado por el procedimiento adecuado sobre una superficie, se transforma mediante un proceso de curado, generalmente de varias capas, en una película sólida, plástica y adherente, que protege y decora. Esta película interpone una barrera entre el material a proteger y el ambiente.
La vida del recubrimiento protector dependerá del sustrato (tipo de material), del ambiente, de la preparación de la superficie, del tipo de pintura, de su aplicación y finalmente del espesor de la película de la pintura. Las pinturas están formadas por pigmentos, aglutinantes, disolventes y aditivos. Los primeros son polvos finos, los cuales se dispersan en una resina o aglutinante.
Su función consiste primordialmente en dotar de color y opacidad a las capas de pintura. Los aglutinantes a su vez son los componentes básicos y más importantes de la pintura, ya que confieren la posibilidad de formar la película una vez curada la pintura por un procedimiento específico.
La misión de los disolventes consiste básicamente en permitir la aplicación de la pintura por el procedimiento elegido, dotando a la misma de una consistencia apropiada, ya que en general una pintura sin disolvente, sólo a base de pigmento y aglutinante, tendría una viscosidad muy elevada. Finalmente, los aditivos son productos químicos de acción específica que se añaden a los componentes principales de la pintura, en pequeñas proporciones, para conseguir una mejora de calidad.
Un proceso de pintado es la secuencia de aplicación de capas de diferentes tipos de pinturas, las cuales forman la totalidad de la película del pintado. Obviamente, este proceso variará dependiendo del tipo de sustrato a pintar.
Es importante destacar que el proceso de pintado abarca tanto el tratamiento previo general de la superficie a pintar, como los esquemas de pintura de los tratamientos concretos para zonas determinadas del buque, aplicados al mismo.
Antes de pintar una superficie de acero, se debe proceder a una minuciosa preparación de esta consistente en eliminar los contaminantes (óxido, sales y contaminantes atmosféricos, grasa, suciedad, etcétera). Posteriormente se deben subsanar los defectos de construcción (cantos vivos, grietas, cordones irregulares de soldadura, etcétera), y finalmente eliminar la cascarilla de laminación (calamina), proceso de limpieza que tiene el objetivo de buscar el contacto más íntimo posible entre el acero y el recubrimiento (para asegurar la adherencia entre ambos e impidiendo la formación de corrosiones prematuras).
Los grados de limpieza a obtener y los grados de preparación están en función del estado inicial del acero a pintar. Los estados iniciales definidos son “A” (superficie de acero completamente recubierta con cascarilla de laminación o calamina y con trazas de óxido), “B” (superficie de acero que ha iniciado su corrosión y de la que ha empezado a desprenderse la cascarilla de laminación), “C” (superficie de acero de la que la corrosión ha hecho saltar la totalidad de la cascarilla de laminación, pero que todavía no presenta picaduras detectables a simple vista.); y “D” (superficie de acero de la que se ha desprendido la totalidad de la cascarilla de laminación y en la que se observan picaduras a simple vista).
A partir de cada uno de los estados iniciales se definen varios grados de preparación, denominados con las siglas “St” o “Sa”. “St” corresponde al rascado, cepillado y picado, por medios manuales o mecánicos; mientras que “Sa” indica un chorreado abrasivo.
*Raúl Villa Caro es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada, capitán de marina mercante, y Secretario de la Fundación Exponav.