Los iraníes en España se organizan "para ser la voz" de sus compatriotas

Los iraníes en España se organizan "para ser la voz" de sus compatriotas
Concentración frente a la Embajada de Irán de Amnistía Internacional en Madrid/EFE/ Rodrigo Jiménez

La comunidad iraní en España lleva dos meses, desde que arrancaran las protestas en su país, organizándose para "ser la voz" de sus compatriotas ante la comunidad internacional y denunciar la "situación crítica" que viven por la "represión" de su Gobierno.


Las protestas en el país de Oriente Medio comenzaron el pasado 14 de noviembre, debido a la muerte de la joven Mahsa Amini en dependencias policiales tras ser detenida por romper el código de vestimenta al no llevar el velo, obligatorio para las mujeres, de la manera en la que indica la ley.


Irán es una república islámica gobernada por el líder supremo Alí Jameini y basada en los principios del islam chií donde las mujeres tienen derechos muy restringidos.


"La situación ahora mismo en Irán es muy compleja, atraviesa tres crisis, económica, institucional y generacional, combinando con una crisis de liderazgo por el estado de salud del líder", dice a EFE el analista hispanoiraní Daniel Bashandeh.


Según recuerda, en estos dos últimos meses la sociedad iraní ha transformado el "miedo" en "valentía" y está seguro de que el "muro del miedo" de la población hacia el Gobierno "se ha derrumbado completamente".


Bashandeh destaca la "brecha generacional" entre los manifestantes más activos y los líderes del Gobierno iraní además de la crítica hacia los símbolos religiosos del país.


"La población está teniendo como objetivo los símbolos de la República Islámica, empezaron por el velo, después por los turbantes del clero y recientemente quemando la casa del imán Jomeini (el exlíder supremo)", enumera.


A su juicio, este señalamiento indica que "se está produciendo un rechazo en la ciudadanía mucho más joven que ronda casi el 60% de la población total, entre 40 y 44 millones, que ha tomado las calles y refleja la crisis generacional que se estaba cociendo desde hace tiempo", añade.


Protesta fuera del país

Arezzo Mojaverian es una de las organizadoras de las protestas en Madrid para apoyar a sus compatriotas y denunciar las muertes y abusos que está sufriendo la población iraní.


La comunidad iraní en Madrid (donde residen cerca 2.500 de los 7.440 del total censado en España) se han reunido con varios partidos políticos y se han manifestado frente a la Embajada de su país, el ministerio de Asuntos Exteriores español o ante organismos internacionales.


Esta semana un centenar de ellos protestó frente a la sede de Unicef en la capital española para llamar la atención sobre "los más de cincuenta niños que han sido asesinados por las fuerzas de seguridad" iraníes.


"Unicef como organización defensora de los derechos de los niños no ha tomado una postura como tendría que haber hecho", reclama Mojaverian, quien dice entender las "limitaciones" de la organización para tomar partido, pero insiste en que "lo importante es dar voz a todo lo que está pasando en estos momentos en Irán".


Para esta iraní, "matar niños es una estrategia del régimen para reprimir a la gente": "para que gente como nosotros que hemos estado con la sangre hervida deje de protestar porque cuando llega a los niños nos debilita, somos sensibles, tenemos emociones e igual llegamos al momento de no protestar por eso".


Pese a ello, subraya que "ya no hay marcha atrás" en las protestas contra el Gobierno y que la población "está yendo hacia la revolución".


"No va a haber esa convivencia que ha habido en estos 43 años atrás, son capaces de hacer cualquier cosa, hemos pasado por la fase de la pena y del miedo pero ya queremos el cambio de Estado y lo vamos a conseguir, tarde o temprano", incide.


Dar voz fuera

Esta joven iraní denuncia la "situación crítica" actual en muchas ciudades del país, donde "la única labor de las Fuerzas Armadas de este Gobierno es defender al líder supremo".
"Nosotros lo único que podemos ser es ser la voz de la gente (en el extranjero) y es nuestra única intención", asume.


Una situación que también denuncia su compatriota Mediss Tavakkoli, quien critica a los organismos internacionales y a los gobiernos del mundo por permanecer "callados".


"¿En qué protocolo dice que estéis callados?. Niños y niñas golpeados, violados, asesinados, y aun así están callados", dice en referencia a Unicef.


Tavakkoli lamenta que "todo el mundo esté callado ante los crímenes del viejo régimen que se ha auto nombrado como Gobierno, pero es una mafia".


"No es solo un problema de Irán, la paz en Irán es una cuestión de la paz en Oriente Medio y la paz en Oriente Medio es una cuestión de la paz en el mundo, si te mantienes callado sobre todos estos crímenes que suceden en Irán, antes o después pasará en otros países", advierte. 

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