El fallecimiento de Mario Vargas Llosa el pasado día 13 tuvo un impacto mundial, del mismo modo que una obra universal y eterna. Sin embargo, en A Coruña la pérdida tocó muy de cerca a uno de sus familiares directos. Su sobrina, Pamela Rodríguez, forma parte desde la pandemia del patrimonio cultural de la ciudad. Además, El Ideal Gallego informó en noviembre de 2024 de su última aventura empresarial. la apertura del pub La Chela en la calle del Orzán. Ahora atraviesa unos días especialmente complicados, en los que comparte el dolor de su familia desde la distancia. "Siento una profunda tristeza por no poder estar en Lima, acompañando a la gente que yo quiero", confiesa.
Hace tiempo que su talento le permitió a Pamela Rodríguez-Arnaiz Amianto quitarse ese sambenito de 'sobrina de', algo de lo que sin embargo nunca renegó y sí presumió. Sobrina de Patricia Llosa, prima y esposa de Mario durante medio siglo, también mantiene una extraordinaria relación con la hija de ambos, su prima Morgana. "La última vez que vi a Mario fue hace un año, en la fiesta de 50 cumpleaños de Morgana. Estaba feliz, con su familia y amigos", dice Patricia.
Del mismo modo que Patricia Rodríguez presume de A Coruña la ciudad ha tenido eco en Perú como residencia de una de sus artistas contemporáneas más prolíficas. Más allá de ascendencias, la limeña está considerada una de las cantantes más talentosas de la escena pop, jazz y tradicional del país. Sus dos nominaciones a los Grammy latino la avalan. Pero, ¿cuánto del genio y la obra de Vargas Llosa hay en la creación musical de su sobrina? Seguramente mucho. "Más que presencia en la obra, él era un eje de motivación, de esperanza. No hay muchos peruanos que hayan podido salir del país a abrirse terreno en sus oficios creativos. Él era más que eso,era universal", indica. "Siempre he sentido admiración por él, curiosidad por su oficio. Uno de los días más felices de mi infancia fue cuando me invitaron a visitar su biblioteca. Todo lo que había allí era impresionante", prosigue.
A Coruña fue en varias ocasiones destino de Mario Vargas Llosa, aunque él y su sobrina no coincidieron por cuestión de meses. En 2019 él piso la ciudad por última vez para un acto de la UDC. No sabía que muy poco después, en plena pandemia, sería una vía de escape para Pamela Rodríguez. "Sé que vino alguna vez, y que le gustó mucho", reconoce.
Pamela Rodríguez, que no ha aparcado su vena creativa, se siente "ilusionada y motivada" para sacar adelante su proyecto en La Chela. "Se viene lo bueno, esperamos poder contar cosas pronto", anuncia. Y tampoco descarta un homenaje al propio Mario Vargas Llosa. "No estaría cerrada a participar activamente en uno, pues se merece todos los homenajes y celebraciones", finaliza.