Hay peregrinos que desde luego son especiales. Es el caso de Dolores Barro, Lolita, que este sábado se ha echado a caminar. Es una maestra jubilada de 90 años que compartirá aventura, por el Camino Primitivo, con un bebé de solamente cinco meses.
"Como veis, no soy la más joven", ha bromeado esta mañana la vivaracha gallega, natural de Xove (Lugo), que ha tomado un autobús para viajar de Viveiro, donde vive, hasta Lugo e iniciar la caminata que congrega a un grupo de 210 personas, bajo la organización de las parroquias de Meira, Pol, Castroverde, A Milagrosa, de Lugo; y O Rosario, de Sarria.
Todos se han provisto de chubasqueros, mochilas ligeras, calzado cómodo y provisiones, aunque pocas, porque pensaban parar a comer.
Dolores no se ha olvidado de una pieza de fruta y nueces, su método para mantener a raya el colesterol malo.
"Con llegar de última, me conformo", ha dicho también, con ese humor que nunca la abandona.
No es su primera vez. Pero en esta ocasión hará una etapa por mes. De este modo, culminará el 14 de mayo y antes, el 23 de febrero, le dará tiempo a añadir una nueva vela en su tarta. Y a soplar. Para ella el mejor regalo es el de sentirse con la vitalidad suficiente para, en este Año Xacobeo extra, poder ser una romera más.
"Llevamos coches escoba, de apoyo, así que no será una carga". Esa era su principal preocupación y contar con ese respaldo le da una gran tranquilidad.
Lolita ha explicado a la prensa que camina una hora diaria. Se mantiene activa. Sus pasos ligeros dan fe de ello.
El obispo Alfonso Carrasco ha dado la bendición del peregrino a este equipo y a Lolita le ha comentado que la encuentra francamente bien y la ha felicitado por su actitud.
De la ciudad amurallada han salido con rumbo a San Ramón de Retorta, en total 18 kilómetros que esperaban completar en cinco horas, en este día con sol y no demasiado frío.
"Ayuda a estos peregrinos, conduce sus pasos", ha deseado Carrasco a esta gente, ataviada con chalecos (visibles para los vehículos) en los que podía leerse 'Caminando juntos'.
A Dolores le encantan los paisajes, las charlas con aquellos con los que se va cruzando, las anécdotas... Eso, en las fases iniciales, al menos ha sido así hasta ahora, porque a medida que avanza va además interiorizando y profundizando en ella misma.
Es ir acercándose a la Plaza del Obradoiro y cambiar el chip, para centrarse más en su yo interior.
El caso de la Dolores peregrina no es único. Si algo está claro, visto lo visto, es que en esto no hay edad que valga.
Lo demuestran los prácticamente recién nacidos que a bordo de sus carritos avanzan por las diversas rutas junto a sus padres.
O Luis Cañas López, un vecino de Cuenca nonagenario, mayor que Lolita, que ha dejado patente en numerosas ocasiones eso de que sí se puede.
Sin ir más lejos, en 2020 fue Cañas uno de los primeros en cruzar la Puerta Santa, abierta desde el 31 de diciembre de ese año hasta la misma fecha de 2022, debido a la excepcional prórroga del Año Santo.
Esa meta es la que espera alcanzar Lolita en primavera.