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miércoles | 24 abril | 2024
La delegación de europarlamentarios de la Comisión de Industria, Investigación y Energía que visita la zona para conocer el proceso de descarbonización llegó ayer a la central térmica de Endesa. Lo hicieron justo un día después de que el Gobierno hiciese pública la autorización del cierre, empezando por dos grupos ya inoperativos y dejando los otros dos durante unos meses más, para garantizar el suministro en un contexto de grandes tensiones energéticas.
La cuestión del cierre gradual de la térmica ha centrado las intervenciones políticas. En As Pontes, el vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, que acompaña a los europarlamentarios, insistió en la crítica al gobierno central por la falta de rigor en la planificación. Conde reclamó “certezas” en un proceso en el que no hay un calendario definido –el cierre de los otros dos grupos se supedita a que se solucionen cuestiones relacionadas con la cogeneración y con el sistema de interruptibilidad para electrointensivas–.
“A única certeza que temos nestes momentos é que Galicia perde 700 MW”, apuntó, en relación a los dos grupos electrógenos que se desmantelan. Pidió al Gobierno y a Endesa que proporcionan un calendario y plazos definidos para saber cómo se va a dar viabilidad a los proyectos empresariales en los que se ha venido trabajando. “O que non nos poden pedir nin á Xunta, nin ao concello nin aos propios traballadores é un acto de fe”, por lo que pidió “a máxima transparencia e a máxima sensibilidade cos traballadores, a industria auxiliar e os transportistas, que son os principais afectados pola decisión”.
El eurodiputado del grupo socialdemócrata Nicolás González Casares recordó que la voluntad europea es que las plantas de carbón cierren, pero habló también de garantizar la seguridad de suministro en el contexto actual. “La transición energética debe ser flexible en cuanto a las contingencias que vayan sucediendo”, explicó.
Los proyectos de reconversión que en As Pontes se explicaron a los parlamentarios de diferentes países deben servir para demostrar “que la transición justa es posible y estaremos vigilantes desde el Parlamento Europeo para que los fondos recaigan realmente en las comarcas afectadas”, añadió González Casares.
El alcalde de As Pontes, Valentín González, calificó las instalaciones de la central como “estratéxicas a nivel nacional”. En una situación de incertidumbre como la actual, compatibilizar las ayudas a la transicion energética y el funcionamiento de la térmica “paréceme un mínimo imprescindible”.
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, en una visita a O Grove, calificó el mantenimiento temporal de dos grupos como una decisión “coherente” y una “buena noticia”. Censuró las críticas de la Xunta, acusando al gobierno gallego de ser el único “que no se alegra”.
