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miércoles | 24 abril | 2024
Pese a que han pasado ya cuarenta años desde que el pleno del Concello ferrolano aprobó la retirada del nombre de más de sesenta calles relacionadas con el franquismo, la ciudad naval cuenta todavía con numerosos símbolos de la dictadura, que incumplen la Lay de Memoria Histórica, según se recoge en la denuncia de presos políticos de Ferrol elevada recientemente a la Fiscalía del Tribunal Supremo.
El sociólogo Manuel Monge explicó ayer en el Ateneo esos vestigios que perviven en Ferrol y que se recogen en su obra “Os restos do franquismo en Galiza”, en el que da cuenta de hasta 600 símbolos en la comunidad gallega, 50 de los cuales están en la ciudad naval.
De las más de sesenta calles con nombres franquistas que se acordó retirar en el año 1981, todavía perviven algunas de ellas, especialmente en el Arsenal militar donde Monge contabiliza hasta nueve calles con nomenclatura que incumple la Ley de Memoria Histórica, por lo que se ha denunciado al Ministerio de Defensa.
Se trata de nombres como Salvador Moreno Fernández, José María González-Llanos, Almirante Fernández Martín, Almirante Vierna, Cándido Pérez, Almirante Honorio Cornejo o Marqués de Alborán, a los que se define en la obra de Monge como “militares golpistas”.
Además, hasta nueve ministros de Franco conservan en la ciudad natal del dictador las distinciones de Hijos Adoptivos o Predilectos de Ferrol. En el cómputo se encuentran Pedro Nieto Antúnez, Gonzalo Fernández de la Mora y Mora, José María Martínez y Sánchez-Arjona, Manuel Lora Tamayo, Jorge Vigón Suerodíaz, Fernando Suárez de Tangil y Angulo, Pablo Martín Alonso, Salvador Moreno Fernández y Juan Antonio Suanzes Fernández.
Son también Hijos adoptivos de la ciudad figuras como Francisco Núñez Rodríguez –almirante de la Armada y capitán general de la Zona Marítima del Cantábrico– y el falangista Enrique Salgado Torres, que en A Coruña tiene también una avenida y un centro educativo con su nombre.
También está envuelta en polémica la conservación de otros nombres asumidos por el papel que representa el organismo que los porta, como el hospital Juan Cardona. En este mismo recinto hospitalario –que ahora añade a este nombre el de Ribera, el grupo hospitalario que lo gestiona– se halla también una escultura para la que los colectivos de memoria histórica piden su retirada, dedicada a Camilo Alonso Vega –que fue ministro de Gobernación y en cuya placa reza "Capitán general, hijo predilecto de la ciudad, soldado heroico, gobernante ejemplar".
Los "gloriosos caídos del Baleares" y "los caídos por Dios y por España" tienen también un recorrido a día de hoy en la iglesia ferrolana de San Francisco, templo castrense.
