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martes | 16 abril | 2024
La mesa de trabajo entre el Igape y la representación de los trabajadores de la empresa Poligal resultó decepcionante para estos últimos, tras haber analizado el resultado de las gestiones realizadas por la Xunta con el compromiso de intentar la continuidad de la empresa productora de film de polipropileno, radicada en el municipio de Narón.
Desde el Igape se dio cuenta a los trabajadores de las negociaciones con la empresa con el fin de aplazar el Expediente de Regulación de Empleo previsto por Poligal y poder al menos convertirlo de ERE extintivo a suspensivo.
En el encuentro se ofreció a los trabajadores, desde el momento en el que se presente este expediente, el asesoramiento preciso, al tiempo que se está trabajando desde la Xunta en establecer contactos con posibles inversores y también con los clientes actuales, con el fin de que continúen con los pedidos.
El informe elaborado por una consultora contratada por el Igape sobre la situación de la empresa no ha resultado del agrado de los trabajadores, al sentirse excluidos por no haberse incluido en él posibles aportaciones de la parte social. De este modo, se ha solicitado que antes del próximo 11 de abril –fecha de la siguiente reunión de la mesa de trabajo– la consultora se ponga en contacto con el comité de empresa para clarificar el contenido del informe.
Desde el comité de empresa de Poligal, que participó en la mesa junto al director del Igape, la directora del Plan Ferrol y el secretario general de Empleo, se lamenta que la empresa se ratifique en la pretensión de presentar un ERE
Los trabajadores se sienten “ninguneados por la empresa y sin amparo de la Xunta, quien se está limitando a contratar técnicos externos que después de más de un mes no mejoran las perspectivas de evitar la deslocalización de Poligal en Narón”, explican.
El comité recuerda que se trata de “una muerte anunciada” desde el año 2011, cuando ya se advertía a las instituciones por parte de los trabajadores de la deriva que estaba tomando la dirección de empresa y que se agravó, señalan, desde que el CEO de Peralada Santiago Font asumió la gestión y dirección de la compañía.
