Los sindicatos encienden la mecha de la movilización en las auxiliares del naval

“Retrocedimos vinte anos atrás”. Así se expresó ayer Vicente Vidal, representante de la federación de Metal de la CIG, para explicar lo que está sucediendo con las condiciones laborales de las subcontratas de Navantia después de tres años de penurias y precisamente cuando empieza a repuntar la carga de trabajo. La principal quiere abaratar costes y las empresas mantener márgenes, de manera que la rebaja corre a cargo de los salarios.
Los sindicatos CIG, CCOO, UGT y MAS convocaron ayer a  los empleados de las dos empresas en las que la situación es quizá más sangrante a secundar un paro de una hora. Son Maessa y Ainair, las dos firmas que están realizando los bloques para el flotel contrado por Núñez Feijóo, ambas con trabajadores “de primera” y “de segunda”. Unos cobran por los acuerdos de 2001, en los que Navantia y las industrias auxiliares establecieron un marco salarial común dentro del astillero, mientras que los recién llegados lo hacen por el convenio provincial, lo que significa entre 250 y 600 euros menos al mes por hacer lo mismo.
El paro no fue esta vez secundado por todos. Una prueba más de las condiciones en las que está trabajando el personal, señalaron los representantes sindicales. “Vivimos nunha chantaxe á clase traballadora”, dijo Víctor Ledo, responsable de la Federación de Industria de CCOO, que señaló que las empresas se aprovechan de la cantidad de obreros del naval que llevan ya más de dos años en el paro ofreciéndoles condiciones a la baja. La reclamación es un marco regulatorio común y estable, con unas condiciones laborales dignas y con un control de las jornadas, puesto que según denunciaron en muchos casos se trabaja sin turnos y por horas “cun descontrol total”.
Los sindicatos llevan meses advirtiendo a la principal y a las empresas. Ahora su intención es convocar la próxima semana a todos los trabajadores de las auxiliares a una asamblea en la que se decidirán nuevas protestas y continuar, si las cosas no cambian, movilizando también a la plantilla de Navantia. “Ou todas as empresas pagan igual ou vai haber cada vez máis conflitividade”, aseguró Ledo.
A las puertas del astillero, en donde se concentraron más de un centenar de trabajadores de Maessa y Ainair junto con delegados sindicales, se criticó también duramente que el recorte en los costes que se está aplicando en construcción nueva se quiera extender ahora también al área de reparaciones, donde las condiciones ya eran peores. Navantia quiere imponer un 15% de rebaja en los precios y de nuevo, como recordó Francisco Salceda, de MAS, “o van sacar do lombo do traballador”.

BNG
A la concentración acudió ayer Iván Rivas, el candidato a la alcaldía de Ferrol por el BNG, con otros representantes de la formación, que posteriormente en un comunicado acusó a José Manuel Rey “de permanecer mudo diante das últimas decisións adoptadas pola empresa estatal Navantia”. Rivas instó al regidor municipal a pronunciarse respecto a las directrices que el grupo público ha plasmado en su plan industrial, entre ellas el mantenimiento de la división de carenas en la ría, sin ningún aumento de su cuota de mercado para los próximos años, o el nuevo sistema de tarificación “que levará aparellado un empeoramento das condicións laborais”.
Para el BNG “os silenzos do alcalde desta cidade son moi delatadores do seu comportamento colaboracionista respecto de todas estas decisións, ocultando as verdadeiras intencións do Estado respecto do sector naval na cidade”.