La Semana Santa prepara su despedida tras intensas jornadas procesionales

La Semana Santa prepara su despedida tras intensas jornadas procesionales
Miles de personas acudieron estos días a las procesiones | jorge meis

El fin de la pandemia y la suspensión de las procesiones en los dos últimos años se vio compensada en la jornada del Viernes Santo con el máximo esplendor tanto por las afamadas procesiones que se celebraron como por la recuperación de actos tradicionales y hasta por el radiante sol que animó a miles de personas a llenar durante todo el día las calles de la ciudad.


Desde 2016 la plaza de Armas no había vuelto a acoger en Santo Encuentro que reunió a Jesús Nazareno, la Verónica, San Juan y la Virgen de los Dolores ante los aplausos de miles de asistentes a este acto, que se prolongó durante horas, con la procesión posterior. A los actos de la mañana siguieron procesiones como la del Crucificado o la del Traslado, pero una de las recuperaciones más aclamadas por el público fue la ceremonia del Descenclavo del Santo Entierro, que permitió revivir la crucifixión en el Gólgota y el descendimiento de la Cruz, con la bajada de la figura articulada del Santísimo Cristo, que parecía cobrar vida al ser desenclavado por parte de los cofrades, ante la presencia del obispo, Fernando García Cadiñanos.


La procesión del Santo Entierro, la de la Soledad –en la que no pudo salir por un problema técnico la imagen de María Magdalena– y Os Caladiños, otra de las procesiones más esperadas de toda la Semana Santa por su rigor y silencio, pusieron fin a la jornada del Viernes Santo.


Sábado de Gloria

Ayer, la procesión de la Caridad y el Silencio fue la protagonista absoluta del Sábado de Gloria.


Fue la única procesión que salió a la calle, en una jornada en la que se recogieron los donativos para el refugio Pardo de Atín de la Fundación del Santo Hospital de Caridad.

Así, desde primeras horas y hasta la salida de la procesión se cambiaron en el santuario de las Angustias flores de los tronos por donativos que se depositaron en la arqueta de madera tallada, situado a los pies de la Virgen. La arqueta, portada por dos cofrades, salió en la procesión de la tarde, que se caracteriza por contar con cofrades con hábito y capuz negro, pero sin capa y no repartir tampoco las tradicionales estampitas en su recorrido. Al legar al santuario se realizó la entrega al Hermano Mayor del Santo Hospital de Caridad, que golpeó, como es tradición, la puerta de la capilla con un martillo.


Ya hoy, de despedida de procesiones, el Gozoso Encuentro en la plaza de la Constitución mostrará a los cofrades sin los capuces que se han visto en los desfiles.

La Semana Santa prepara su despedida tras intensas jornadas procesionales

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