Un retraso impidió a España participar en la recreación del hundimiento de la fragata noruega

Un retraso impidió a España participar en la recreación del hundimiento de la fragata noruega
Diario de Ferrol-2019-05-03-005-7a2b2653

Un retraso burocrático impidió participar a España el pasado mes de abril en la simulación llevada a cabo por Noruega del accidente naval frente a la costa de Bergen que llevó al hundimiento de la fragata “Helge Ingstad”, fabricada por Navantia en los astilleros de Ferrol.

Según informa el diario La Información, fuentes del Ministerio de Fomento y del Gobierno de la nación escandinava confirmaron que la falta de una acreditación específica impidió a los técnicos españoles tomar parte en la operación. Al parecer, el carácter confidencial de la información, ligada a la seguridad nacional, exigía un tipo de autorización específica que solo puede otorgar el Ministerio de Defensa.

El pasado mes de marzo el Gobierno de España solicitó a través del Comité Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), dependiente del Ministerio de Fomento, el estatus de “Estado con Interés Sustancial” en la investigación del incidente. Esta categoría, regulada por la Unión Europea, permitiría a los técnicos nacionales tomar parte en la operación y obligaría a las autoridades noruegas a informar al Ejecutivo español de todas las conclusiones del mismo y a tener en cuenta todas sus consideraciones antes de hacer público cualquier documento.

Falta de previsión
El problema, tal y como confirmaron Fomento y el AIBN –organismo noruego homólogo al Ciaim–, es que la comisión española opera por lo general en incidentes de carácter civil y, por ello, no se encuentra familiarizado con los procedimientos específicos de un accidente militar.

Esto, no obstante, no quiere decir que el gobierno de España no haya conseguido el mencionado estatus ni que el Ciaim no forme parte de la investigación –ambos supuestos ya fueron aprobados, aseguraron al diario fuentes del AIBN–, sino que para participar activamente en los operativos y obtener toda la información reservada el gobierno de Noruega exige una serie de certificaciones que en España solo puede tramitar Defensa.

Parálisis operativa
Ante esta situación se abre un escenario cuanto menos extraño para todos los agentes involucrados. Por parte de España, el período de indeterminación entre la tramitación y la participación en la investigación puede suponer la pérdida de muchos datos cruciales a la hora determinar si el hundimiento se debe a una falla de diseño de Navantia.

Noruega, por otro lado, se ve en la tesitura de tener que elaborar su informe antes de verano para no menoscabar la confianza pública en su Ministerio de Defensa –muy deteriorada en los últimos años–, al tiempo que reduce los recursos para la reparación del buque a causa del mantenimiento programado en Haakonsvern.

Todo esto se ve, además, agravado por la posición geoestratégica de la nación escandinava, una de las primeras líneas de defensa europeas contra Rusia. De este modo, tal y como apuntó el jefe de Defensa, Haakon Brunn-Hanssen, Noruega está doblando la dotación en las fragatas restantes y en el buque logístico “KNM Maud” para paliar esta crisis de confianza por todos sus frentes.

Un retraso impidió a España participar en la recreación del hundimiento de la fragata noruega

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