Reportaje | Turquía y Galicia, alejadas en distancia pero con muchas similitudes

Reportaje | Turquía y Galicia, alejadas en distancia pero con muchas similitudes
Las tres jovenes turcas tenían ayer por la mañana su primera reunión planificativa en la Casa da Xuventude de Ferrol | e.r.s.

Merve (25), Yonca (23) y Betül (23) son tres jóvenes, procedentes de Turquía, que se incorporaron la pasada semana al equipo de la asociación juvenil Xeración en Ferrol para realizar su Servicio de Voluntariado Europeo –al igual que las holandesas Cecilia y Thirza y la francesa Nadege, de las que este medio informaba a principios de mes–.
En el caso de Merve y Yonca realizarán un voluntariado de estancia corta, pues solo estarán en la ciudad naval por un periodo de dos meses. Por su parte, Betül prolongará su programa por 10 meses.
A pesar de que Ankara, Estambul y Ismitz –sus localidades natales– se encuentran muy lejanas en términos espaciales de Ferrol, Yonca considera que existen muchas similitudes entre los turcos y los gallegos. “He encontrado que tenemos gestos parecidos, por ejemplo la tradición de besar las dos mejillas. Somos muy cariñosos, quizás es por la influencia del mar. La gente, a pesar de no saber inglés y nosotras no saber español, se esfuerza mucho en ayudarnos”, explica.
Por su parte, Betül destaca que no es capaz de acostumbrarse al horario español. “Nosotros no tenemos siesta, entonces, nunca sabes cuando los establecimientos están abiertos o cerrados”. No obstante, señala que le gusta que Ferrol no sea una gran ciudad y esto te permita encontrar a una persona por la calle varias veces en un mismo día.
Merve tiene la idea de que en Ferrol no existe mucha gente joven, pero resalta también la expresividad de los gallegos y lo respetuosos que son a la hora de conducir. “En Turquía el tráfico es de locos, entonces da gusto estar en un sitio en donde puedes ir en bicicleta sin miedo a que un coche te arrolle”, señala.
Para Merve, graduada ADE, es su primera visita a España y está emocionada por poder descubrir este país. Sin embargo, Yonca y Betül ya lo conocían. “Hice mi Erasmus en Polonia y tuve la oportunidad de viajar a Madrid y Barcelona. Me gustó tanto la cultura y el lenguaje que me sentí muy motivada para volver”, cuenta Betül. En el caso de Yonca estuvo hace dos años haciendo prácticas durante dos meses relacionadas con su carrera– Nutrición– en Barcelona y Tarragona.
Exceptuando a Yonca –quien tiene una experiencia en equipos internacionales, tomado parte en Bulgaria de un curso para enseñar a los jóvenes hábitos saludables–, tampoco es la primera experiencia de voluntariado para las jóvenes. Betül estuvo en fundaciones educacionales turcas, enseñando inglés a niños, y en una ONG que ayudaba a los refugiados sirios en Turquía. Por su parte Merve fue voluntaria en una asociación para niños con leucemia y en un geriátrico.
Los motivos que les llevaron a realizar este programa son muy diversos, pero las tres pretenden mejorar su inglés, aprender español y, al mismo tiempo, aportar algo beneficioso a la comunidad ferrolana. “Acabé mis estudios en Lengua y Literatura Inglesas y antes de incorpórame al mercado laboral, quería hacer algo para desarrollarme como persona y cambiar el mundo, aunque fuera de una pequeña manera”, explica Betül. “Yo quería viajar y tener la experiencia de vivir en un país europeo, conocer otras culturas de cerca. Además, en la actualidad existen muchos conflictos sociales, como racismo, sexismo, homofobia... y quiero poner algo de mi parte para cambiarlo”, añade Yonca.
Las chicas vienen con las pilas cargadas y muchas ganas de rentabilizar y aprender todo lo que les sea posible del programa. Destacan sobre todo: habilidades de vídeo y diseño gráfico; implementación de programas Erasmus en su país; desarrollo personal; tener una visión distinta de la enseñanza –puesto que van a dar clases de inglés en los cursos +60 de Afundación–, entre otras cosas.

Una patria en conflicto
Curiosamente, Turquía es un país que, al igual que España, atraviesa una situación económica complicada. Existe una gran inflación que hace que los precios varíen mucho en un corto periodo de tiempo.
“La economía está yendo cada vez a peor. Los precios de los productos cambian y afecta tu día a día. La inflación también te perjudica mucho a la hora de viajar y cambiar de divisa”, apunta Betül.
Por otra parte, en la zona Este del país continúa habiendo problemas de terrorismo con los kurdos, pero “es un conflicto que lleva tanto tiempo que te acostumbras a vivir con ello”, señala Merve.
Anita Duda y Malle Raet, encargadas de Xeración de origen polaco y estoniano, aseguran que, debido al mal funcionamiento de la administración turca , tuvieron muchos problemas para conseguir el visado y traer a las voluntarias.
Por otra parte, ambas destacan que ya están empezando a preparar actividades que serán gratuitas y abiertas a cualquier lugareño que quiera formar parte. Precisamente, mañana a las 20.30 horas en el café Zucre se llevará a cabo el primer “language exchange” del año. Invitan a todos los ferrolanos a acercarse para aprender inglés de una forma informal y relajada. l

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