“El próximo reto es integrar en el sistema los planes de estudio de marinería”

“El próximo reto es integrar en el sistema los planes de estudio de marinería”
el capitán de navío se hizo cargo del centro en 2010 jorge meis

El capitán de navío Federico Supervielle cederá hoy el mando de la escuela de especialidades “Antonio de Escaño” a su nuevo comandante-director, Manuel Romasanta, tres años después de asumirlo.

¿Cómo valora su paso por la escuela?
Muy positivo. Mi único contacto con la enseñanza naval había sido los tres años embarcado como profesor en el “Juan Sebastián de Elcano”, hace casi 20 años. En esta nueva etapa he podido confirmar lo evidente: la importancia que la formación tiene en cualquier institución, por lo que supone de optimizar el rendimiento del capital humano. También he comprobado que la enseñanza es un tema complejo, máxime en una escuela en la que se imparte enseñanza a las escalas de oficiales, suboficiales y  marinería en todas las disciplinas técnicas y en las más diversas especialidades, procedimientos, sistemas y equipos. En lo personal ha sido un periodo inolvidable. Es mi cuarta vez destinado en Ferrol y mi familia se ha vuelto a adaptar perfectamente y se resiste ahora a abandonar esta entrañable tierra. Como único aspecto conflictivo, mencionar el problema que tenemos los militares con la educación de nuestros hijos en lo referente a la asignatura de Lengua Gallega. La normativa en vigor no contempla nuestras especificidades y la Xunta es poco sensible a ellas. No solo lo he sufrido yo, sino muchos oficiales y suboficiales con hijos en edad escolar que renuncian a venir destinados a Ferrol por evitar estas situaciones. El Ministerio y la Xunta deberán abordar el tema y llegar a un acuerdo que tenga en cuenta nuestra idiosincrasia y una elevada movilidad cuyas consecuencias hay que paliar para no perjudicar a los menores.

¿Se están cumpliendo los objetivos de los nuevos planes de estudios?
Las primeras en sufrir cambios fueron las especialidades de oficiales. Con la perspectiva que da el tiempo y los informes que recibimos de los oficiales egresados y sus mandos, podemos decir que los objetivos se han cumplido. La entrada en vigor de la Ley de la Carrera Militar obligó a revisar los planes de estudios del curso de acceso a la escala de suboficiales. Ha sido el desafío más importante al que nos hemos enfrentado en estos tres años y los resultados de la primera promoción, que finaliza este año el segundo curso de los tres que componen la carrera, son muy esperanzadores. De hecho, los 126 alumnos de los títulos de técnico superior de FP han aprobado todas las materias. En cualquier caso, habrá que esperar a que los alumnos pasen destinados a los barcos para ver su rendimiento a bordo y si hay que introducir modificaciones. Estos últimos meses hemos iniciado la revisión de los planes de estudios de marinería para incardinarlos también en el sistema educativo general. Será el próximo reto que tendrá que afrontar la escuela.

¿Qué fue lo más complicado en el proceso de la adaptación? Trabajar en un ambiente de incertidumbre. Sabíamos que había que modificar el plan de estudios del acceso a la escala de suboficiales, pero el proceso se llevaba desde Madrid a varias bandas y en ocasiones no conocíamos todos los elementos que entraban en juego ni su desarrollo detallado. Todo ello complicado por nuestro limitado conocimiento sobre la FP y la necesaria anticipación a situaciones desconocidas. En todo caso, el resultado se puede considerar satisfactorio,  incluida la integración de los profesores de FP que nos proporciona la Xunta.

¿Hay aspectos que mejorar?
Todo en esta vida es mejorable. De hecho, el Ministerio y la Dirección de Enseñanza Naval tienen mecanismos para monitorizar permanentemente la calidad de la enseñanza y del profesorado. Por ejemplo, se hacen encuestas a los alumnos al finalizar cada curso y se vuelven a hacer pasado un tiempo prudencial en el que han podido poner en práctica sus conocimientos. Estas encuestas se realizan también a sus mandos y buscan comprobar que los planes de estudios y los procedimientos seguidos responden a los perfiles profesionales que le interesan a la Armada.

¿Cómo le han afectado los recortes presupuestarios?
Cuando a raíz de la profesionalización de las FAS se decidió unificar todas las escuelas técnicas en la “Escaño”, se diseñó un ambicioso plan con inversiones considerables. Como eso fue hace una década, el centro ha podido afrontar los recortes desde una posición privilegiada. Por otro lado, la Armada es muy consciente de la importancia de la formación en el funcionamiento de la institución y, a pesar de la situación económica, las escuelas seguimos funcionando a pleno rendimiento. Hemos aprendido a aprovechar mejor los recursos y, en determinados aspectos, los hemos reorganizado para compensar la falta de dinero con otros medios.

¿Cuál es el nivel de la escuela?
Es patente que el nivel de la “Escaño” es muy elevado, gracias a que tiene una buena madre, heredera de la antigua Escuela de Máquinas y de todas las que se integraron a comienzos de siglo. Estoy convencido además de que la dotación actual sabrá conservar este preciado legado y, como hicieron sus antecesores, seguirá procurando la mejora continua de la escuela y de la enseñanza. n

“El próximo reto es integrar en el sistema los planes de estudio de marinería”

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