Los primeros movimientos de tierras avanzan la transformación de As Pías

Los primeros movimientos de tierras avanzan la transformación de As Pías
Las palas continuaron esta semana con los desbroces y con los desmontes en una zona en la que se ha señalizado la calzada con color amarillo para advertir de las obras | j.m.

Ferrol se adentrará en los próximos meses en un período de obras que transformará el acceso a la ciudad desde la avenida de As Pías. Pero hasta que se llegue a ese horizonte, en el que los barrios de Caranza y de Recimil queden unidos a O Bertón y a Ultramar al mismo nivel y con calles urbanizadas y adaptadas al peatón, hay por delante más de dos años de trabajos. Las actuaciones se llevan a cabo en dos tramos distintos pero que se han adjudicado casi a la par y se trabajará también paralelamente en ambos. Los 600 metros más próximos al cruce con la carretera de Castilla fueron los últimos en firmarse, pero el medio kilómetro anterior se licitó antes y, tras poner la primer piedra el pasado 1 de junio, ahora empieza por fin a verse algo de movimiento en la zona.
 

Se han pintado las líneas de la calzada de color amarillo y en los márgenes comienza a trabajar la maquinaria con desbroces –algunos relacionados con la limpieza forestal que está haciendo la Demarcación de Carreteras– y con desmontes y movimientos de tierra, más visibles en el lado de la calzada próximo a Caranza, en uno de los pasos elevados que desaparecerán con las obras.
 

Es un tímido anuncio de lo que pasará en los próximos meses, hasta que se concluya la conversión del último kilómetro de la avenida de As Pías en una calle urbana, homologable a cualquier otra de la ciudad pero con una configuración pensada para incrementar zonas verdes y mejorar la movilidad.
 

De hecho, uno de los ejes de la intervención es el de ampliar los espacios para los peatones y también ofrecer carriles bici que faciliten los desplazamientos sin depender de vehículos con motor. También se mejorará la seguridad vial al “calmar” el tráfico en la zona, reduciendo carriles y arcenes e instalando alumbrado y semárforos. Se mantienen dos viales por sentido pero uno se destina a vía de servicio, para las intersecciones, aparcamientos y paradas de bus. Además de esta humanización en la llegada a Ferrol, los cambios más radicales en el tráfico y accesos tienen que ver con la eliminación de pasos elevados y subterráneos. La distribución se hará ahora mediante rotondas al mismo nivel, lo que supondrá un cambio muy importante sobre todo en la intersección con la Trinchera (unión de FE-11 con FE-14), aunque también en el paso previo –este elevado–, en el cruce de As Pías con la calle Marqués de Santa Cruz.
 

La obra de humanización de As Pías ha rondado por los ministerios desde hace dos décadas, llegando a presentarse in situ varias veces, por ministros de distintas formaciones políticas y con presupuestos reservados que nunca llegaron a ejecutarse. Solo ahora se convertirá en realidad esta transformación radical.

Los primeros movimientos de tierras avanzan la transformación de As Pías

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