Policía y Guardia Civil estrechan el cerco a los asaltantes de bares y cafeterías de la comarca

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bares y cafeterías 
de la comarca
La calle Tarrío, en Fene, fue el escenario de algunos de últimos asaltos a bares y cafeterías | daniel alexandre

La Guardia Civil y la Policía Nacional han registrado en los últimos dos meses más de una veintena de denuncias de hosteleros de la comarca –especialmente Ferrol, Narón y Fene– que habían sufrido asaltos a sus locales de madrugada. El botín, siempre el mismo: la recaudación de las máquinas tragaperras.
Para acceder al interior de los locales los ladrones han reventado, en la mayoría de los casos, una cristalera o una ventana, aunque también han conseguido romper las verjas protectoras de las entradas.
Los últimos en sufrir estos actos vandálicos han sido varios bares de Fene. Esta misma semana asaltaron el bar Las Vegas, frente al colegio Jorge Juan, destrozando unas de las cristaleras para entrar. Una vez dentro, fueron directamente a por la tragaperras, la abrieron y se llevaron el cajetín con la recaudación. En este caso, también forzaron la caja registradora por si había algo de dinero, pero estaba vacía.

Cerca de allí, en la misma calle, el bar Carballo sufrió hasta cuatro asaltos en el periodo de un mes y medio. En tres de ellos consiguieron llevarse la recaudación de la máquina recreativa, pero en el cuarto los dueños del bar habían instalado una carcasa protectora y los ladrones se fueron con las manos vacías.
El día del tercer robo, la banda también logró entrar en otro bar cercano, el Camarote, en la carretera general. Mismo botín, mismo modus operandi. En esa misma época, en Santa Icía se produjo uno de los golpes más sonados, pues los ladrones lograron hacer un butrón durante la noche en el portal contiguo al café bar España, donde únicamente tocaron las máquinas de apuestas y las tragaperras.


Estos asaltos con iguales características se han repetido de forma periódica en los tres municipios en los últimos meses. A finales de marzo los ladrones se cebaron especialmente con Ferrol y Narón. En A Gándara consiguieron entrar en el bar La Salmantina abriendo un agujero en una de las cristaleras y justo un día antes lo hicieron en Las Marías de O Inferniño. Destrozaron uno de los cristales y entraron directamente a por la máquina tragaperras. Las cajas con la recaudación aparecieron horas más tarde vacías y tiradas en un descampado de la zona de O Bertón.

Pistas y testigos
Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional, que se han encargado de estos casos, trabajan con la hipótesis de que algunos de estos asaltos son obra de una misma banda. A pesar del “éxito” de los atracos, los malhechores han ido dejando pistas que han servido a los investigadores para ir estrechando el cerco.

Las cámaras de seguridad del bar de O Inferniño registraron todos los movimientos de los ladrones –en esa ocasión dos personas– que iban totalmente encapuchados y con guantes, por lo que no se pudo registrar ninguna huella. Además, en el último golpe, en el bar de Fene que está justo debajo de un gran bloque de edificios, un vecino presenció toda la escena y logró identificar el vehículo de los ladrones.
Un testimonio que junto a las indagaciones de la policía científica ha logrado estrechar el cerco a esta banda que podría haber causado una veintena de robos en los bares de la comarca.
Fuentes policiales explicaron que al tratarse de máquinas de juego es difícil determinar qué cantidad de dinero podrían haber sustraído estos ladrones, aunque según los cálculos de los afectados la horquilla de cada golpe se sitúa entre los 300 euros, en el peor de los casos, y los 2.500.

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