Los placeros de Caranza, dispuestos a afrontar la modernización del mercado

Cinco mandatos han sido necesarios para que los operadores del mercado de Caranza cuenten con una plaza de abastos adaptada a las necesidades y en buenas condiciones tanto higiénicas como urbanísticas.

Las continuas demandas de los vendedores tuvieron numerosas respuestas de las distintas opciones políticas, desde una remodelación global a un nuevo mercado o a la realización de unas obras suficientes para que la plaza sea operativa y moderna.

Ahora, los placeros ven la luz al final del túnel. Así lo explica el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado, Carlos Basoa, que ha vivido todo este largo proceso y que por fin parece mostrar optimismo con respecto al futuro de las instalaciones de Caranza. Así, indicó que en un mes y medio estará todo listo porque las obras están muy avanzadas. Los puestos cuentan ya con el alicatado y los tabiques necesarios y faltaría la electricidad y las cámaras. El suelo y el techo son las labores que ocupan ahora a los trabajadores pero lo importante, apunta, “es que nada tiene que ver el mercado de antes y el de ahora, por lo que estamos muy ilusionados”.

Así las cosas, esperan con entusiasmo el traslado a los nuevos puestos, que reordenarán la plaza, con pasillos destinados a carnicería, otros a frutería o pescadería. El aparcamiento en la parte trasera del mercado, con acceso directo al ascensor, será también un revulsivo para acceder a las nuevas instalaciones.

El parking tienen cabida para unos cien vehículos facilitará la entrada, una vez que se libre de coches la parte frontal, dejándola peatonal en un futuro, explica Basoa.

Para este nuevo mercado se espera también un mayor movimiento de compra y venta. Así, aunque Basoa asegura que los clientes que tienen ahora son los habituales y apenas se han producido bajas –salvo algunas personas mayores que ven más difícil ir al mercado en tanto duren las obras, por los accesos y el ruido generado–, sí cuentan con que, una vez que estén las obras terminadas, se generen nuevas ventas y la gente acuda a la nueva plaza “porque el producto fresco sigue siendo el mejor, y a hora con un espacio adecuado”, señala.

Con la nueva reorganización quedarán tres puestos libres y ya se ha mostrado interés por el procedimiento para acceder a un local por parte de varias personas, además, tal y como se indica desde la asociación de operadores, una vez que la nueva plaza esté a pleno rendimiento, se espera acometer una modernización en cuanto a horarios –se barajan aperturas jueves o viernes por la tarde–, venta por internet u otro tipo de servicios para el cliente.

Basoa espera, además, que se lleve a cabo una buena señalización del mercado, con indicadores para atraer al público.

El concejal de Urbanismo, Julián Reina, visitó esta semana las obras y señaló que los trabajos discurren “a buen ritmo”. Estuvo acompañado de técnicos municipales y de los responsables de la actuación y habló con los placeros que se mostraron satisfechos por la renovación efectuada.