Los fuegos artificiales de As Peras son para la pirotecnia Rocha-Areas “un espectáculo muy importante”, explica uno de sus actuales propietarios, Rafael y Fernando Castro, “porque lo llevamos haciendo alrededor de 50 años en un espacio muy peculiar, muy abierto y con mucho público que tiene que ser continuo en las fases, es decir, hacemos una fachada terrestre baja y dos o tres alturas al mismo tiempo, para que todo ese espacio que hay detrás no dé la sensación de vacío”. Para ejecutarlo, Rocha-Areas dispone de ocho máquinas digitales que se pueden utilizar de manera simultánea en función del diseño previo.
De naturaleza artesanal y con una larga trayectoria familiar en el mundo de la pirotecnia –las primeras referencias se remontan a finales del siglo XIX–, el 72% de los productos que emplean son “de fabricación española”, también propia, algo que, explica Rafael “nos caracteriza”. “Año a año”, añade, “invertimos mucho en innovación en el sistema de disparo, que nos ayuda no solo a la hora de diseñar el espectáculo, sino a la hora de producir en la fábrica porque este tipo de tecnología te permite ahorrar tiempo en la preparación y el montaje”. Castro incide en que “todos los espectáculos que realizamos los diseñamos, los preparamos, los montamos y los disparamos nosotros mismos, no subcontratamos”.
La incorporación de las últimas tendencias en artificios es una obsesión para Rocha-Areas. “Intentamos ofrecer lo más novedoso en efectos, como los barridos tipo volcán, y también fabricamos un producto típico de la zona de Galicia y Portugal como el relámpago que”, comenta Rafael, “se vende en Valencia y en muchas otras partes del mundo. Y todo artesano”, resalta.
En Rocha-Areas son conscientes de que los fuegos de As Peras son uno de los momentos más importantes “porque atraen a muchísimo público”, por lo que es “una gran responsabilidad”. Este año, la empresa pirotécnica se ha encargado de eventos como la batalla naval de A Coruña, con más de 100.000 “espectadores en directo”.