Noruega estudia la posibilidad de comprar una nueva fragata para sustituir a la “Helge Ingstad”

Noruega estudia la posibilidad de comprar una nueva fragata para sustituir a la “Helge Ingstad”
Diario de Ferrol-9999-99-99-999-ae95ea90

El accidente naval sucedido el pasado noviembre frente a la costa de Bergen que se saldó con el hundimiento de la fragata “Helge Ingstad”, fabricada por Navantia en sus astilleros de Ferrol, mantuvo durante meses al grupo naval público en vilo tras unas observaciones iniciales por parte del gobierno escandinavo que ponían en entredicho la estanqueidad de la nave. Sin embargo, la publicación la pasada semana del informe oficial del incidente no solo parecen dejar fuera de la investigación fallas en el diseño de la serie F-100, en la que se basa el mencionado buque, sino que sus conclusiones podrían beneficiar a medio y largo plazo a la propia Navantia.

Según el documento oficial de la comisión que analizó el incidente, si bien la fragata podría ser reparada, su coste sería más elevado que adquirir una nueva y, en términos de seguridad, esta segunda opción sería la más recomendable, lo que habría llevado al gobierno noruego a considerar esta posibilidad. Además, entre otros puntos, el informe señala que la compra de una nueva serie resultaría más económico que una única unidad, pese a que desde las autoridades escandinavas no se han pronunciado aún al respecto.

Esta consideración resulta especialmente importante para el grupo naval español a causa de tres factores críticos: por un lado, el tiempo de fabricación de un nuevo buque se estima inferior a los cinco años, mientras que el de reparación es superior, aumentando las posibilidades de tomar esta opción en favor de Navantia. En segundo lugar, el grupo público utiliza en sus naves el sistema de combate Aegis, con el que ya contaba la “Helge Ingstad” y el resto de fragatas de la clase “Fridtjof Nansen”. Finalmente, las presiones internacionales sufridas por Noruega durante los últimos meses ante esta merma en su capacidad operativa como línea de defensa europea contra Rusia en el norte podría acelerar la decisión de las autoridades del país a la hora de optar por adquirir, como mínimo, un nuevo buque.

A esto habría que sumar, por otra parte, el hecho de que el informe señala la necesidad de sustituir, en caso de ser reparada, la totalidad de los sistemas electrónicos de la “Helge Ingstad”, gravemente dañados tras meses bajo las aguas. El problema, según detalla el documento, es que muchos de estos componentes deben ser reemplazados por versiones más modernas, al ser diseñados hace casi dos décadas, lo que supondría un grave problema técnico. Por otra parte, los costes estimados en el informe –basados en precios de operaciones similares y no vinculantes– no incluyen el desmantelamiento de la fragata accidentada, sino que los señalan en su propio apartado.

Así, como ya se había adelantado durante el pasado mes de mayo, se cuantifica el desguace de la “Helge Ingstad” en unos 10 millones de euros, aunque eso supondría un ligero ahorro a la larga al poder reutilizar algunos de los componentes de la misma como piezas de repuesto de sus hermanas de clase.

A pesar de todo, las autoridades noruegas no se han pronunciado oficialmente sobre la futura decisión, la cual deberá ser anunciada con prudencia dadas las grandes críticas sufridas por parte de la población.

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