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sábado | 20 abril | 2024
En 2010, Elvira Lezcano, profesora de Patrimonio de la Escuela Universitaria de Turismo CENP de A Coruña ( centro adscrito a la UDC), participó en la elaboración de un estudio marco de intervención del Camino a San Andrés desarrollado por la firma ferrolana Proyfe dentro de la convocatoria del Proder II que gestionaba Costa Ártabra.
Lo hizo como parte de un equipo multidisciplinar cuyas líneas principales se centraban en el análisis detallado del camino y en la propuesta de una señalización de cara a su homogeneización y dinamización.
A partir de ahí, le pareció oportuno seguir indagando en un tema que acabaría convirtiéndose en objeto de investigación de su propia tesis, trabajo que hizo en el marco del doctorado “Sociedad del Conocimiento: nuevas perspectivas en Documentación, Comunicación y Humanidades” de la Facultad de Humanidades.
Y precisamente en este centro defendió con gran éxito el pasado mes de octubre un proyecto que bajo el título “El Camino de San Andrés de Teixido (A Coruña): raíces históricas, gestión cultural y turismo” permite, entre otras cosas, poner en valor una ruta que originariamente partía del Monasterio de San Martiño do Couto (en Narón), desde donde en 1754 lo hizo el Padre Sarmiento –en la actualidad, por ejemplo el Club de Montaña lo lleva a cabo desde Ferrol en la que está considera como una de las grandes rutas de senderismo al llegar a los 50 kilómetros– para concluir en el emblemático santuario de San Andrés de Teixido, lugar al que, como dice el refrán, “vai de morto que non foi de vivo”.
trabajo
En todo este tiempo transcurrido, la profesora –titulada en Historia del Arte y en Turismo– llevó a cabo un arduo trabajo que le ha permitido establecer una comparativa entre 2006 y la actualidad.
Una década en la que, según apunta, la situación y estado de la ruta fue a peor. “No hubo mejoras ni en la dinamización del camino ni en su gestión. Muchos elementos no se han mantenido. Aquella señalización que se había puesto sigue existiendo pero a veces está oculta por la maleza”.
Esta es solo una de las conclusiones arrojadas por una tesis que avala claramente el importante valor patrimonial del camino desde diferentes vertientes. “No solo el cultural, sino también el natural; tiene un valor integral, que abarca muchísimos intereses. Desde luego el potencial es enorme para que se convierta en un producto turístico, que todavía no lo es”, explica. “Aunque el santuario sí pueda constituir un destino turístico en sí mismo, el camino, a día de hoy, ni es destino ni es producto turístico”, añade.
Lezcano apunta a la inadecuada gestión del mismo como una de las causas que limitan su sostenibilidad y desarrollo. En su trabajo dedica precisamente un capítulo a propuestas de actuación a partir de la interpretación del patrimonio. Esta pasaría por “trabajar con un mensaje que actuase como hilo conductor que transmitiese la idea de valor del camino y que condujese a la apreciación tanto por parte de los visitantes como de la población local de lo que poseen, que quizás es también uno de los problemas que tiene el camino”, comenta.
planificación
Una mejor planificación de la gestión permitiría además una mayor coordinación entre todos los agentes que sí han intervenido en algún momento en el camino, como ayuntamientos, Diputación, Costa Ártabra o el Club de Montaña, que siempre ha sido muy activo.
“Lo lógico es que en esta planificación no estuviese implicado solo un agente, sino un compendio de ellos; desde la población local, que es la protagonista del camino, hasta la administración local y autonómica y aquellas entidades y asociaciones que de forma coordinada podrían trabajar de forma más activa”, dice.
Para la autora de la tesis, el Camino a San Andrés es un ejemplo “de patrimonio integral, es decir, un lugar que abarca intereses desde todos los puntos de vista, no solo desde la naturaleza, sino también cultural, espiritual, simbólico, antropológico, geográfico… reúne todos aquellos valores que lo convierten en un recurso de extremado valor y que no estamos sabiendo aprovechar, mantener ni conservar para poder seguir disfrutándolo en el futuro”, destaca.
¿Y cómo le gustaría ver dentro de unos años el camino a Elvira Lezcano? “Pues por supuesto no masificado, eso seguro, porque todo esto no quiere decir que busquemos que venga mucha gente, sino que el camino esté bien cuidado, que se pueda disfrutar en caso de desearlo, que tanto la gente de aquí como de fuera valore lo que significa, y que sea un camino accesible, al alcance de todos”, expresa.
Concluida y defendida su tesis, la profesora dice que seguirá adelante en su empeño de contribuir a la mejora de este camino, “aunque sea apoyando a otras entidades”.
Menciona, por ejemplo, a la recientemente constituida Asociación Cultural y Recreativa Amigos del Camino a San Andrés. Algunos de sus miembros acudieron precisamente al acto de lectura de su tesis.
