Navantia presentó en 2016 la peor cuenta de resultados de su historia

Navantia presentó en 2016 la peor cuenta de resultados de su historia
Las factorías de la ría podrían retomar la actividad a largo plazo si se confirman varios pedidos pendientes | d. alexandre

Navantia presentó en el pasado ejercicio, el de 2016, la peor cuenta de resultados de su historia, con unas pérdidas que suman 229,7 millones de euros.
El balance económico de los astilleros públicos continúa con la deriva iniciada el pasado año, cuando también registró uno de los peores datos de la década. Navantia perdió 78 millones de euros en 2012 y recortó hasta los 57,7 millones en 2013 y los 29 millones en 2014, sin embargo, los efectos de la crisis y la inactividad le pasaron factura en 2015 con un déficit de 160 millones de euros, que se ha disparado en el ejercicio de 2016 con 62 millones más de pérdidas.
Estos malos resultados se dieron a pesar de que el grupo naval aumentó su facturación y su cartera de pedidos el pasado año. En concreto, la cifra de negocio se situó en 710 millones de euros, frente a los 688,9 de 2015 y, por su parte, los pedidos pasaron de 1.876 millones a 2.163 en 2016.
En ambos casos, destaca el importante retroceso en uno de los departamentos claves para la factoría de Ferrol –y la empresa en general– como es el de Reparaciones, que facturó 40 millones menos que el pasado ejercicio y cuyos pedidos bajaron en un 28%.

Situación patrimonial
La auditoría de cuentas del astillero público llama especialmente la atención sobre la situación de quiebra técnica en la que se encontraba la compañía el pasado año. Su patrimonio neto era de 23,4 millones de euros a 31 de diciembre de 2016, una situación patrimonial de disolución en aplicación de la Ley de Sociedades de Capital. Por ello, el Consejo de Administración de Navantia solicitó a la SEPI, ya con Pilar Platero al frente, un préstamo participativo por importe de 90 millones de euros, además de acogerse al decreto del Gobierno sobre medidas extraordinarias de refinanciación y reestructuración de capital para no tener que llevar a efecto ninguna reducción de patrimonio de forma inmediata.
En esta formalización anual de cuentas presentada por la SEPI destaca también el importe del grupo Navantia en el capítulo de Provisiones para Operaciones Comerciales, que aumentó en 66 millones de euros respecto a 2015 y supone un 92% de lo que ha destinado el holding público.
El desglose de estas provisiones presenta un notable aumento del apartado destinado a contratos onerosos, es decir, aquellos en los que el grupo naval estimaba que tendría pérdidas. Navantia multiplicó por cinco esta partida, pasando de 21,2 millones de euros en 2015 a 109,9 en 2016.
Del mismo modo, se incrementó de 3,3 a 8 millones de euros las provisiones por penalidades, es decir, la previsión de gastos derivados de penalizaciones por retrasos en la entrega de pedidos.

Navantia presentó en 2016 la peor cuenta de resultados de su historia

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