El naval ferrolano vuelve a la calle para demandar carga de trabajo

El naval ferrolano vuelve a la calle para demandar carga de trabajo
Manifestación del Naval Navantia

Los trabajadores del naval ferrolano, como ya advirtieron la semana pasada, tomaron ayer las calles de Ferrol ante la situación de incertidumbre sobre la futura actividad en los astilleros de la ría. Las instalaciones de Ferrol y Fene, que hasta la fecha estaban ocupadas con la fabricación de dos buques logísticos para Australia y diversos contratos de eólica marina, respectivamente, carecen de contratos en firme hasta el inicio de la construcción de las fragatas F-110 y las jackets del parque Saint-Brieuc de Iberdrola, que comenzará en 2022 el primero y en una fecha sin confirmar el segundo.

Es por ello que, desde la pasada semana, los trabajadores decidieron en asamblea trasladar sus protestas a la calle todos los jueves hasta que desde el Gobierno se aporte una solución a corto y medio plazo que evite más de un millar de despidos, especialmente en las auxiliares, como trasladaron ayer fuentes sindicales. Y es que, según el comité de empresa de la factoría ferrolana, muchas secciones “como elaborado, prefabricado o prearmamento” se encuentran ya en plena subactividad.

Así, la gran manifestación partió de la puerta de la antigua Bazán poco antes de las once de la mañana, dirigiéndose por la avenida de Esteiro hasta la rotonda del Diapasón, donde enfiló hacia el polígono de A Gándara. Paralelamente, los trabajadores de Navantia Fene partieron del astillero en dirección a Ferrol a través del puente de As Pías, donde a su vez accedieron al área industrial que comparte la ciudad naval con su vecina naronesa.

Así, el encuentro entre los compañeros de ambas instalaciones se produjo en la rotonda de Alcampo, donde ya unidos volvieron al centro por la carretera de Castilla para acabar la protesta con una concentración frente al palacio municipal de Ferrol. Una vez allí, los portavoces de las diferentes centrales sindicales con presencia en los astilleros y de los comités de empresa de las compañías afectadas mantuvieron un encuentro con el alcalde, Ángel Mato, y representantes de la corporación municipal para expresar sus demandas.

Un AOR para la Armada
“Estamos necesitados de carga de trabajo, la gente a la que se iba a despedir en el anterior calendario sigue pendiente de que alguien firme un barco y entendemos que el AOR –un buque logístico como los encargados por Australia– es una solución”, apuntó ayer Miguel Pol, secretario del comité de empresa poco antes de comenzar la protesta. El representante de los trabajadores apeló así al “ámbito político” a “comunicar qué vamos a hacer hasta 2022”, dado que, aseguró, “a día de hoy no conocemos nada en lo que haya movido ficha” el Gobierno central.

El portavoz del comité apuntó durante su intervención que la parte social de Navantia desconoce los planes del grupo para la fábrica de turbinas, señalando que esta podría ser “el colchón que tengan muchos trabajadores de la industria auxiliar para no irse a la calle”. De igual forma, tampoco se sabe qué va a hacer a medio plazo el área de reparaciones, puesto que “salvo tres barcos” no hay futuros contratos a la vista, ya que se ha registrado “una bajada en el número de gaseros”.

Los dos barcos que aún siguen en el astillero, los buques australianos, serán entregados a lo largo de los meses de verano –tras sufrir el primero algunos retrasos, pues debía ser llevado a Australia en primavera–, aunque sin una fecha determinada.

Astillero 4.0
En cuanto a las obras de modernización de los astilleros, el representante del comité de empresa apuntó que “no conocemos de momento cómo van a transformarse nuestras instalaciones”. Esta transformación tecnológica, señaló Pol, sería “una generadora de empleo en esta comarca”, señalando que “no estamos dispuestos a seguir aguantando retrasos” y que, por ello, exigen que “se avance en cualquier cosa que evite despidos”.

“Nos está llegando que uno de los problemas para comenzar la construcción de un nuevo taller es que aún no se aprobó la licencia municipal”, apuntó Miguel Pol, anticipando que este sería uno de los puntos que tratarían de discutir con el alcalde Ángel Mato.

Nuevas incorporaciones
Por último, el secretario del comité señaló, en referencia al proceso de nuevas contrataciones en los astilleros, que “o hay un cambio rápido para que las incorporaciones se produzcan ya o posiblemente nos vayamos a movilizar para que esto se desbloquee”.

Miguel Pol recordó que dicho proceso había generado mucha “ilusión” en la comarca, especialmente “entre los más jóvenes” que veían una posibilidad de lograr un trabajo de calidad.

El naval ferrolano vuelve a la calle para demandar carga de trabajo

Te puede interesar