Iberdrola enfría las expectativas y sitúa en otoño la decisión de invertir en Wikinger

Iberdrola enfría las expectativas y sitúa en otoño la decisión de invertir en Wikinger
Campus Esteiro - Confernecia Raul Rico

Iberdrola echa el freno. Después de dar como segura la puesta en marcha del parque eólico marino de Wikinger, ayer el responsable del negocio de Renovables en Galicia, Francisco Caamaño, enfrió las expectativas y aseguró, durante una conferencia en el campus de Ferrol, que la decisión de realizar la inversión no se tomará hasta después del verano, entre octubre y diciembre. Está pendiente, dijo, que el Gobierno alemán asegure la conexión de la instalación a la red de distribución.
En un comunicado que Iberdrola difundió hace dos días se informaba de una “nueva adjudicación” del proyecto Wikinger –concretamente un contrato para la realización de unos ensayos por valor de 20 millones de euros– y se repasaban los datos del proyecto: 70 aerogeneradores de cinco megavatios y una subestación marina en un área de 34 kilómetros cuadrados. “Cabe destacar que, con una inversión de cerca de 1.400 millones de euros, Wikinger tendrá un gran impacto en la cadena de suministros, lo que a su vez permitirá crear cientos de nuevos puestos de trabajo”, indicaba la citada nota, en los mismos términos en los que Iberdrola se expresó dos semanas antes, cuando anunció en Andalucía, con gran repercusión mediática, que Navantia Puerto Real había sido designado como suministrador preferente de la cimentación que requerirá la subestación de Wikinger.
Fuentes vinculadas a la eléctrica informaron esta misma semana a Diario de Ferrol que Navantia Fene todavía no es suministrador preferente para la fabricación de jackets para dicho parque, tal como se había publicado, y ayer su representante en Galicia se encargó de dar un paso más atrás al señalar que está por ver si se acomete tal proyecto. Según dijo Francisco Caamaño, de tomarse la decisión de realizar la inversión, el parque de Wikinger comenzaría a construirse en el segundo cuatrimestre de 2016 y entraría en operación en el año 2017.

reducción de costes
El representante de Iberdrola explicó, durante la jornada sobre energías renovables marinas que organizó la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos, que el desarrollo y puesta en marcha de un proyecto de este tipo lleva entre ocho y diez años y aclaró, frente a las previsiones que apuntan a que las inversiones en el sector se van a multiplicar por diez en los próximos diez años, “que o bien se reducen los costes de inversión o esas cifras no van a llegar nunca”. Recalcó que, con las actuales condiciones, serían instalaciones poco competitivas y todas las expectativas pueden quedarse en el tintero.

los jackets
También intervino en la jornada sobre energías renovables marinas Raúl Rico Beceiro, responsable de proyectos en este sector de Navantia, que consideró que se trata de un “mercado exigente” pero que ofrece a la compañía pública una “oportunidad excelente”. “Nuestros competidores son europeos y no se me ocurre ningún motivo de costes por el que no podamos ganar en esta competición”, aseguró.
Los jackets, estructuras sobre las que se asientan los aerogeneradores en aguas con profundidad superior a los 60 metros, son uno de los “productos estrella” para los astilleros en este mercado. Cada jacket pesa 700 toneladas y tiene una altura de 60 metros, por lo que su construcción y puesta en el mar requiere de instalaciones y grúas como las que tiene la antigua Astano.
El coste de cada jacket es de unos cuatro millones de euros, explicó Raúl Rico, y de cumplirse las expectativas de crecimiento del parque eólico marino mundial, se estima que de aquí a 2017 se van a construir unos 1.840 anuales. De momento, Navantia Fene aspira a construir 29 para el parque eólico de Wikinger que ayer Iberdrola volvió a poner en suspenso.

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