El armador del buque “Excalibur”, que tenía previsto realizar varias tareas de mantenimiento y reparación en Navantia Ferrol, ha dado de plazo hasta mañana por la tarde para decidir si traslada el barco al interior de la ría o si aborta la operación y se desplaza a otro astillero para completar los trabajos, explicaron ayer fuentes de la empresa pública.
La naviera ha condicionado su acceso a las instalaciones de la antigua Bazán a que se ponga fin mañana por la mañana a la huelga indefinida que mantienen los operarios de la industria auxiliar desde el pasado 5 de octubre, convocada en solitario por el sindicato CIG.
El buque, de la naviera Exmar, transporta gas natural licuado (LNG) y tiene bandera belga. Durante estas últimas jornadas está recorriendo la zona exterior de la costa Ártabra a la espera de ingresar en los astilleros ferrolanos para acometer una serie de reparaciones.
Carga de trabajo
Las previsiones apuntan a que este buque, con unas dimensiones de 277 metros de eslora y 43 de manga y construido en el año 2002, tendrá que enfrentarse a un proceso importante de carenado.
Para ello, se estima que será necesario emplear hasta 47.000 horas de trabajo para llevar a cabo las tareas previstas, de las cuales la mayoría, unas 42.000, correrían a cargo de trabajadores de las industria auxiliar, mientras que el resto, unas 5.000 horas, serían asumidas de manera directa por los propios trabajadores de Navantia.