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miércoles | 24 abril | 2024
Algo más de medio centenar de funcionarios judiciales de Ferrol recibieron y despidieron ayer con una gran pitada a la delegada terrorial de la Xunta, Belén do Campo, en su visita a las nuevas dependencias del juzgado de guardia. La estancia de la responsable autonómica en el Palacio de Justicia no se prolongó más allá de diez minutos, durante los que los concentrados no pararon de gritar consignas tales como: “¡Fuera, fuera!”, “Incompetencia”, “Non a privatización” y “Menos asesores e máis traballadores”.
Los funcionarios estaban aguardando a la delegada territorial en la puerta del nuevo juzgado de guardia, que tiene acceso directo desde la calle Coruña y comenzó a funcionar hace unos días, provistos de bocinas, pitos y carteles en los que podía leerse “A xustiza non se vende, se defende”.
Sin embargo Belén do Campo entró en el edificio por la puerta principal, situada unos metros más abajo, lo que contribuyó a encrespar los ánimos, de forma que los gritos y pitidos arreciaron cuando la delegada accedió a las nuevas oficinas.
En su breve estancia, la representante del Gobierno gallego, que estuvo acompañada por la portavoz municipal del PP, Martina Aneiros, conversó con el juez decano, Javier Tudela; el fiscal jefe del Área, Román Ruiz Alarcón; y el juez de guardia, el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Carlos Suárez-Mira. También estuvieron presentes el fiscal de guardia y la jueza de Instrucción número 1.
La delegada volvió a salir por la puerta principal, en la que ya se habían concentrado los funcionarios, que la despidieron con más gritos de descontento e incluso llegaron a ponerse delante del vehículo en el que viajaba, obligándolo a detenerse momentáneamente.
Nuevo servicio
Las instalaciones que se pusieron en marcha hace unos días forman parte de las obras de rehabilitación del edificio judicial de Ferrol, en las que la Xunta lleva invertidos 2,2 millones de euros.
El nuevo juzgado de guardia está situado en la planta semisótano, en la que fuera la vivienda del responsable de mantenimiento del edificio. Cuenta con tres despachos para el juez, el fiscal y el secretario, una oficina para los funcionarios, una pequeña sala de comparecencia y otra de espera, además de disponer de un equipo de control de acceso dotado de escáner y arco detector de metales.
Según indicó la delegada territorial a través de una nota de prensa, “o mellorado edificio xudicial de Ferrol é un dos exemplos máis claros de que o ambicioso Plan de Infraestructuras Xudiciais do Goberno galego no que se inscribe esta reforma está sendo unha realidade”. Así, recordó que, a día de hoy, la Xunta lleva ejecutadas o en fase de ejecución más del 60% de las actuaciones previstas en dicho plan.
Belén do Campo resaltó que los edificios judiciales son una de las primeras responsabilidades del Gobierno gallego en el ámbito judicial, ya que, según señaló, para un correcto desempeño de la labor de administrar justicia “cómpre contar cunha rede de infraestruturas adecuada, que permita aos cidadáns percibir a prestación deste servizo público como unha organización eficaz, transparente, atenta ao cidadán e adaptada ás necesidades do século XXI”.
La delegada destacó la importancia de esta actuación que beneficia a más de 150 trabajadores del edificio, a los más de 200.000 ciudadanos de la comarca de Ferrol, “e que reflexa o compromiso da Xunta coa Xustiza como servizo imprescindible para os cidadáns galegos, por iso, a pesares da difícil situación económica, o goberno galego non recortou o investimento en materia de xustiza, senón que incluso o reforzou”.
Las mejoras acometidas en el inmueble de Ferrol consistieron, además de la habilitación de un espacio para el juzgado de guardia, en la sustitución de la cubierta del edificio antiguo, la renovación de las fachadas y la carpintería exterior y en la reagrupación de los archivos. También se le dio una nueva ubicación al Registro Civil, se reformó el espacio del servicio de notificaciones y se renovaron los ascensores, la calefacción y la instalación eléctrica.
