Ferrol ha recuperado la normalidad tras el apagón que desde las 12.33 del ayer hasta alrededor de las 4.40 de este martes mantuvo a toda la ciudad sin suministro eléctrico tras un apagón que afectó, principalmente, a la península y al sur de Francia.
Las instalaciones estratégicas –Arsenal, Navantia, etc.– y, también, otras empresas, administraciones y los particulares que disponían de ellos pudieron recurrir a los generadores para prolongar la actividad durante toda la tarde. El Concello activó el Plan de Emerxencias Municipal (PEM) para solventar las incidencias más urgentes, como la atención a las personas que se quedaron atrapadas en ascensores. Tras la constitución del Centro de Coordinación Municipal –Cecopal–, con la participación de Policía, Bomberos y Protección Civil, se suspendieron todas las actividades culturales y deportivas –medida que se levantó este martes al mediodía– y se recomendó a la ciudadanía minimizar los desplazamientos –teniendo en cuenta, entre otros factores, que los semáforos dejaron de funcionar– y emplear lo menos posible los teléfonos móviles para poder estar comunicados el máximo tiempo posible ante las dudas sobre la duración del episodio. Con todo, a última hora de la tarde del lunes, muchos de ellos perdieron una conexión que no se recuperaría hasta la madrugada de este martes.
El pánico se apoderó de parte de la ciudadanía, que se lanzó a los supermercados que se encontraban abiertos –es el caso del Mercadona de la plaza de España– para hacer acopio de víveres y otros productos de utilidad como velas, pilas o papel higiénico. El aspecto que presentaban algunos lineales recordó al de la pandemia de 2020.
Otros, sin embargo, se lo tomaron con más filosofía y, aprovechando el buen tiempo, optaron por pasar la tarde en la playa o en las terrazas de los locales de hostelería.
Además de la actividad deportiva y cultural, el sector más afectado fue el educativo. La UDC decidió suspender las clases y, en la enseñanza obligatoria, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, compareció a media tarde de ayer para anunciar que este martes no sería lectivo. Sin embargo, y de acuerdo con lo que manifestó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo más habitual fue la apertura de los centros para facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral.
El retorno a la normalidad lo encabezó, por horario, Navantia, algo caótico por las retenciones que se produjeron en la entrada principal, en la avenida Mac Mahón. Esa situación provocó el bloqueo en el acceso a la escuela infantil Grumete, de la Armada.
La dirección del astillero, a instancias del comité de emergencia poco después del apagón, había decidido desalojar el recinto –con la excepción de los puestos esenciales– y suspender el turno de tarde, una medida que poco después, a la vista de que la situación no mejoraba, se amplió también al nocturno. Con el restablecimiento del suministro, el comité comunicó la entrada “escalonada” en el astillero a partir de las 8.30 horas de este martes, pero el acceso no fue todo lo gradual que se esperaba, de ahí los embotellamientos. Cabe recordar que en la actualidad, más de 5.000 personas entran diariamente a trabajar en la factoría, la cifra más alta de la última década.
Tras las 16 horas críticas y otras ocho de evaluación de daños y balance, el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey, compareció este martes al mediodía, acompañado de la concejala de Seguridade, Pamen Pieltain; de los jefes de la Policía Local y los Bomberos, así como del coordinador de Protección Civil. En su intervención, subrayó el “civismo” mostrado por los ferrolanos durante las 16 horas que duró el apagón energético y agradeció la profesionalidad y el compromiso de los trabajadores de los cuerpos de la Policía Local y Nacional y los bomberos, así como a los voluntarios de Protección Civil y entidades y empresas que se dirigieron al Concello para poner a disposición de la administración los recursos para capear la crisis.
Así, Rey Varela detalló que, sobre las 14.30 horas de ayer lunes, se activó el Plan de Emerxencia Municipal y se constituyó el Centro de Coordinación Municipal (Cecopal) con una primera reunión de urgencia en el palacio consistorial. Posteriormente, el alcalde, concejales implicados y los jefes de la Policía Local y los Bomberos, junto a los coordinadores de Protección Civil, se trasladaron al cuartel de San Xoán, donde el Cecopal estuvo operativo hasta que volvió la energía, a las 04.40 horas de este martes.
En cuanto a las incidencias registradas, José Manuel Rey detalló que se constataron un total de 56, la mayoría de las cuales fueron por cuestiones de asistencia. Concretamente, trece actuaciones fueron para ayudar a personas a acceder a sus domicilios; otras tantas por personas que necesitaron oxígeno; tres traslados sanitarios y seis actuaciones de apoyo logístico. Los bomberos, por su parte, realizaron cinco rescates en ascensores, además de suministrar más de un centenar de litros de combustible para generadores eléctricos. También se acometieron una comprobación por una hoguera en plena calle y otra por un aviso de humo en una vivienda.
Por otra parte, dos de los sucesos más destacables fueron una reyerta en el barrio de Recimil sobre las 18.00 horas del lunes que investiga la Policía Nacional y una persecución en Caranza de madrugada que alertó a muchos vecinos del entorno de la rotonda del Monumento á Música, en la intersección de la avenida do Mar, Marqués de Santa Cruz y avenida Castelao, en la que varios testigos llegaron a identificar detonaciones. Con todo, Rey Varela aseguró que los hechos están judicializados y que hasta que no se levante el secreto de sumario no podrá dar más detalles.