El Concello estima que hay 150 personas sin hogar, recursos ni ayudas estables

El Concello estima que hay 150 personas sin hogar, recursos ni ayudas estables
Un momento de la reunión celebrada por la Mesa de Coordinación de Persoas Sen Fogar, coordinada por el Concello y que cuenta con representantes de distintas entidades de la ciudad

Aunque es muy difícil fijar una cantidad exacta, los técnicos de los Servicios Sociales del Concello de Ferrol estiman que en el municipio hay unas 150 personas sin hogar las cuales no cuentan con ningún recurso estable ni red de apoyo familiar o bien rechazan recibir algún tipo de ayuda. “Habitualmente no están empadronados o cambian de ciudad y no tienen apoyo familiar o ayudas para establecerse en una vivienda competencia de la Xunta porque acaba siendo complejo por cuestiones conductuales o administrativas”, indican desde el gobierno local.
Así, el refugio Pardo de Atín atendió el pasado año a un total de 668 personas de las que 279 fueron nuevos usuarios, conformando un total de 10.305 estancias. Por su parte, la Cocina Económica prestó servicio a una media de 200 personas.
Con estas cifras como referencia y con el objetivo de gestionar adecuadamente los recursos y evitar duplicidades por parte de la Administración y las entidades, así como mejorar la asistencia, el Concello puso en marcha el pasado mes de octubre una Mesa de Coordinación de Personas Sin Hogar, la cual tuvo ayer su tercera reunión.
Dicha cita, a la que acudieron representantes de entidades de la ciudad como Dignidade, Cáritas, Arraigo, Cocina Económica y Pardo de Atín, tuvo como protagonista los problemas mentales, por lo que también estuvo presente un responsable de la Unidad de Saúde Mental del CHUF para “afondar nun aspecto que a miúdo quedaba esquecido, xa que se deron varios casos”, comentó ayer la concejala de Benestar Social, Saínza Ruíz.
El objetivo es mejorar el puente entre las entidades que detecten algún caso y los propios técnicos municipales, para que puedan tener constancia y coordinarse con los profesionales y facultativos para evitar que estos casos se cronifiquen o agraven.

La idea, tal y como mentaba Ruíz al término de la reunión, es que se vayan tratando diferentes temas que afecten a las personas sin hogar de la ciudad en las sucesivas reuniones que se lleven a cabo. Así, está previsto que estas asambleas tengan carácter bimensual, salvo excepciones que harán que se produzcan mensualmente.
Para la edil, se trata de un proyecto “imprescindible”, cuyo objetivo es proponer “obxectivos realizables e bastantes pragmáticos” para mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar.
Desde el gobierno local también señalan el aumento de ayudas municipales a este tipo de entidades, que sirvieron, por ejemplo, para que Arraigo pudiese acondicionar su sede y prestar así unos mejores servicios. También hace referencia a la petición de la Cocina Económica sobre concluir el servicio de reparto de bolsas de comida para llevar a domicilio que desde hace años venía prestando la entidad para familias con menores a su cargo, pero para hacer frente a una situación de emergencia puntual. Así, desde el pasado mes de mayo, el Concello es quien se hace cargo de estos casos y son los técnicos municipales los que se reúnen con las familias para valorar cada situación y sus necesidades y entren a formar parte del programa “Solidarízate”.

Desde el área de Benestar Social entienden que el modelo anterior era “máis tendente ao asistencialismo que provocaba longas colas na porta da entidade benéfica e estigmatizaba aos usuarios no canto do actual que evita colas e proporciona ás persoas os recursos necesarios para nutrirse”.
Prestación de alquiler social
La Xunta destina este año 2,2 millones de euros en ayudas del Bono de Alugueiro Social, destinado a facilitar el pago de la vivienda a determinados colectivos desfavorecidos. Así, los interesados pueden presentar hasta el día 20 las solicitudes para conseguir las ayudas mensuales de 150, 175 y 200 euros.
Los beneficiarios pueden ser los arrendatarios de viviendas de promoción pública de la Xunta; las personas que no disponen de ingresos para acceder al Programa de Vivendas Baleiras, pero que al encontrarse en una situación de emergencia social son objeto de adjudicación de un hogar; quienes tengan una demanda de desahucio; las víctimas de violencia de género con dificultades para pagar el alquiler; o las unidades de convivencia que fueron privadas de su vivienda habitual por circunstancias como incendios o inundaciones.

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