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jueves | 25 abril | 2024
El Comité de Empresa de los astilleros de Navantia en la ría de Ferrol defendió ayer la calidad de las cinco fragatas fabricadas para Noruega tras las observaciones del equipo de investigación del país escandinavo que aseguraron haber detectado un fallo “crítico” en el diseño de las mismas a raíz del hundimiento de la F-313 Helge Ingstad. El presidente de la entidad, Javier Galán, aseguró que en las factorías se tienen “conocimientos de cómo fue fabricada esta fragata, al igual que el resto aquí materializadas, y este hundimiento no tiene nada que ver con el proceso de construcción”, instando al Gobierno y la Armada noruegas a “decir la verdad”.
Galán sugirió que, entre los trabajadores, existe la idea de hay una “mano negra” que trata de desprestigiar el trabajo realizado por los astilleros ferrolanos, asegurando que los buques construidos por Navantia cuentan con una gran reputación “fundamentalmente por la calidad de los trabajos realizados y por la labor de los operarios”. El representante de los trabajadores exigió además al Gobierno central que “tome cartas en el asunto”, dado que esta investigación preliminar pondría en duda la calidad del trabajo realizado y dejaría entrever que el hundimiento “se puede achacar a nuestra labor”.
Apoyo institucional
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, salió ayer en defensa del grupo público durante una comparecencia ante los medios tras el último Consejo de Ministros. Calvo avaló las declaraciones de Navantia, en las que señalaba que los buques cumplían todas las certificaciones internacionales para las embarcaciones de guerra, especialmente las referidas a la longitud máxima de inundación que deben soportar para evitar un hundimiento aunque varios de sus compartimentos resulten anegados.
De este modo, la vicepresidenta señaló que “Navantia es muy importante en el mundo, nuestro país tiene algunos comercios y, sobre todo en este caso de construcción naval y aeroespacioal, muy importantes, con un gran sello de prestigio”, al tiempo que defendía la construcción de los buques desde el punto de vista de la calidad y el diseño.
Navantia ofrece su ayuda
El grupo público, por otro lado, aseguró que desde un principio se ofreció a colaborar con las autoridades noruegas para descubrir las causas del naufragio, además de analizar todas las posibles hipótesis sobre el mismo.
La teoría que ha cobrado más fuerza en las últimas horas, según asegura la Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Noruega, es que el hundimiento se debió a un fallo de diseño del buque que comprometió la estanquidad de los compartimentos no dañados. Según el informe preliminar del organismo, el problema podría estar en que una de las secciones dañadas –el cuarto de generadores– dejaba pasar el agua a la zona de engranajes a través del hueco del eje de las hélices, cuando estas salas deberían ser herméticas.
Las autoridades noruegas, no obstante, aseguraron que no se plantean efectuar reclamaciones a Navantia hasta que concluya la investigación, pese a que estudiará si los otros cuatro buques adquiridos al grupo público sufren del mismo presunto defecto. La Comisión de Investigación sugirió, a su vez, que la compañía astillera realice sus propias pesquisas para corroborar este posible fallo y ver si afecta tanto a las naves de la serie como a otras fabricadas por ella en sus instalaciones españolas.
La primera ministra, Erna Solberg, afirmó que “lo primero es averiguar en qué parte del proceso ocurrieron esos fallos” y que, tras ello, analizarían jurídicamente si exigirían una compensación a Navantia de existir el mencionado defecto.
