El Colectivo de Skateboarding, entidad que promueve junto al Concello la futura pista para esta disciplina deportiva en el parque Antón Varela de Canido, respondió ayer a las críticas de los grupos municipales del PSOE y el BNG, así como de asociaciones socioculturales, sobre la elección de esta ubicación.

Por medio de un comunicado, los afectados, que recordaron la aceptación “mayoritaria” de los vecinos respecto a este equipamiento, repasaron punto por punto los argumentos en contra de esta localización. De este modo, rechazan que se desvirtúe este parque como espacio de la memoria, apuntando que el proyecto ha tenido en cuenta “en todo momento” el monumento a las víctimas del franquismo y que, por ello, el skatepark se ubicaría “en el extremo opuesto, preservando su entorno de recogimiento”.

Asimismo, el colectivo tampoco comparte la idea de que supondría una pérdida de zonas verdes, incidiendo en que la pista constituye menos de un 10% de la superficie total del parque. De hecho, insiste en que la instalación pondría en valor el espacio, convirtiéndolo “en un lugar vivo, joven, seguro y accesible”. En relación al posible impacto sonoro del parque de patinaje, sus futuros usuarios recordaron que el proyecto está redactado por Daniel Yabar, referente europeo en esta clase de equipamientos, y que, al estar al aire libre y por los materiales empleados no produciría más ruidos de lo normal.

Por último, la entidad defendió que se trata de una propuesta transparente y consensuada y que no es fruto de la improvisación, subrayando que se lleva demandando desde hace años. Así, desde la agrupación se considera que las críticas son de carácter político y no reflejan el sentir del barrio.