La Asociación de Empresarios de Ferrolterra estaría interesada en volver a formar parte de la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal, según confirmaron a este diario los máximos responsables de ambas instituciones, que habrían iniciado ya los primeros contactos para dar forma a esta adhesión, en términos todavía por precisar. Indican que faltarían numerosas reuniones para poder establecer “la hoja de ruta a seguir a medio o largo plazo para ver también cómo quedaría esta relación en términos jurídicos, si la unión será como socio como había sido hasta ahora o si se integrarían las asociaciones de un modo más estrecho, sea como fuere habría que crear unas comisiones a celebrar en un plazo de un año, como mínimo, para valorar y aclarar esas cuestiones. Es muy pronto para hacer valoraciones”, asegura el presidente de Cofer, Cristóbal Dobarro.
Es más, será la AEF quien determine la fórmula en la que se adhiera a la confederación, si bien su presidente, Ángel Torreiro, ha confirmado que “el interés existe”, aunque los pormenores están lejos de conocerse.
Para Dobarro la importancia de esta suma de sinergias está clara en tanto que “partimos de la base de que son las dos asociaciones empresariales de la comarca y no tenemos divergencias en cuanto a criterios, ideas, o representación empresarial. De hecho venimos colaborando con total normalidad y las iniciativas las apoyamos de manera común, con lo que no tiene mucho sentido que la AEC esté trabajando de manera independiente cuando se podría estar trabajando de manera más coordinada”.
Sostiene además que “la principal función de la confederación, que es una asociación de asociaciones, es la representación institucional de los empresarios sin prejuicio de que cada asociado integrado en Cofer tenga total autonomía para la defensa de sus intereses. En este sentido, no habría muchos cambios para esta asociación o cualquier otra”.
Sea como fuere, el primer paso hacia un acuerdo de adhesión se ha dado. “Faltaría crear esas comisiones para valorar si vale la pena poner en común recursos o no de cara a una posible fusión o reestructuración de servicios”.
Confía Dobarro en que lo que motivó en su día la salida de la Asociación de Empresarios de Ferrolterra de Cofer no sea una traba ahora. “Estamos totalmente alineados en todos los aspectos y yo soy optimista en tanto que se pueda revertir la situación actual, y que podremos volver a unir esfuerzos y trabajar poniendo en común nuestros recursos o, llegado el caso, reestructurarse de algún modo”, aseveró.
En la actualidad Cofer ofrece representación a dos millares de empresas asentadas en Ferrol, Eume y Ortegal, y que forman parte de las diferentes asociaciones miembro, mientras que la AEF representa a 150 compañías.
Asegura el presidente de Cofer que lo que se busca con la llegada de nuevos asociados “es que el empresariado de la comarca tenga más peso específico en todos los aspectos, y está claro que la representatividad que tienes mejora cuantos más colectivos empresariales se aglutinen, pese a que a día de hoy ya somos el grupo más relevante de la zona”. Así, sostiene que “a mayor número de empresas mayor representatividad, y eso es bueno para toda la comarca”.
Explica el presidente de la entidad que la incorporación a la confederación implica ser socio de pleno derecho, formando parte de la Junta Directiva y la toma de decisiones, que se deciden colectivamente. “Yo solo ostento un cargo de presidencia y portavoz, pero las decisiones las toma la asociación a través de sus órganos y una mayor representatividad nos permite coordinar mejor los recursos disponibles”.
El tejido empresarial vive el momento actual con calma y “relativo optimismo”. Según Dobarro, “hay una serie de proyectos industriales en la comarca con carga de trabajo en Navantia Ferrol y Fene, pero a ello se suman otra serie de proyectos ligados a los fondos Next Generation que parece que van a ser realidad, muchos de los cuales están ligados a empresas ya implantadas en la comarca.Eso hace que se mire al futuro con optimismo”.
Lo que sigue preocupando al sector es “la eterna burocracia”, de ahí que pidan “que si alguien viene a invertir a Ferrol, le demos todas las facilidades. Si en nuestro entorno se quiere llevar a cabo un proyecto se deberían obtener licencia y permisos lo antes posible. Nos preocupa esa excesiva burocracia también para acceder a subvenciones”. El correcto desarrollo de las comarcas pasaría también por “la mejora de las infraestructuras necesarias, que no lleguen muchos años después de lo que estaba planificado”.