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miércoles | 24 abril | 2024
El sindicato CIG anunció ayer la presentación en el Juzgado de una demanda contra la empresa Leche Celta, con sede central en Pontedeume, ante lo que considera un “comportamiento lesivo” ante el derecho de sus trabajadores a manifestarse. Según explicó la central por medio de un comunicado, la compañía estaría desviando parte de su producción de la planta eumesa a sus otras dos factorías en España, principalmente a la de Santander, en Cantabria.
Esta práctica, apuntó la CIG, supondría una forma de “esquirolaxe”, dado que, si bien los empleados de Pontedeume pueden seguir en huelga, su labor la llevarían a cabo de forma paralela el resto de los trabajadores de la compañía. Desde el sindicato se ha recordado, del mismo modo, que la jornada de ayer supone la octava de huelga parcial y que, de no solucionarse la situación y desbloquearse las negociaciones, a partir del próximo lunes día 31 comenzarán las protestas indefinidas.
Uno de los puntos que la CIG destacó en su comunicado fue la “atitude antisindical” de la empresa, la cual se refleja, aseguran, en el proceder del jefe del área de Recursos Humanos.
Así, la central aseveró que dicho responsable hace referencia a esto en sus redes sociales personales señalando que su “obxectivo” sería “cambiar el modelo administrativo y altamente sindicalizado hacia otro con menor conflictividad laboral”. Para la CIG, esta actitud, si bien personal del profesional en cuestión, supone “a presentación dos principios anticonstitucionais de quen dirixe os Recursos Humanos da empresa e por ende a negociación do convenio coa representación sindical”.
Por otra parte, desde la CIG se señaló que la representación sindical de los trabajadores eumeses mantuvo esta semana un encuentro con el alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández, para trasladarle la situación del colectivo y la parálisis en las negociaciones del nuevo convenio colectivo. A raíz de esta reunión, asegura la central, el regidor se comprometió a solicitar a la compañía “unha actitude máis razoábel”.
Por último, el sindicato censuró la intención de la empresa de imponer un sistema retributivo “propio da antigüidade” y de estar más ocupada “en incumplir a lei” que en “buscar un acordo que poña fin ao conflito”, dado el apoyo de los trabajadores.
