El Callao se estrena sin adoquín y con nuevo aparcamiento en espiga

El Callao se estrena sin adoquín y con nuevo aparcamiento en espiga
Desde la mañana de ayer ya se puede circular por el Callao con algunos cambios en el aparcamiento | emilio cortizas

La circulación rodada de ayer por el Callao era fluida, sin trompicones y sin necesidad de cambios bruscos de velocidad por hundimientos en la calzada. La desaparición del adoquín tan característico de la zona histórica parece quedar justificado en una zona en la que las numerosas actuaciones nunca lograron hacer de-saparecer de forma definitiva los baches,

Desde por la mañana, la plaza quedó abierta al tráfico tras un reducido plazo de ejecución de obras, ya que en un mes quedó lista la actuación cuando el período estimado inicialmente era de tres meses –ya se anunció entonces que se reduciría lo máximo posible–. Además, se estrenó nueva señalización horizontal y con ella algunos cambios. Así, al amarillo que señaliza la parada del bus, que recupera su espacio, se añade la ampliación de la carga y descarga algo más adelante, donde antes de las obras existían tres plazas de libre ocupación. Esta pérdida se recuperará una vez concluyan las obras de la calle Lugo, ya que las plazas destinadas a carga y descarga de la calle, en la zona más próxima al Callao se han trasladado a la propia plaza, para mayor operatividad.

La zona azul, que ya no cumplía su función en los últimos tiempos, ha desaparecido y se ha sustituido por líneas blancas de aparcamiento en batería. Este, sin embargo, deberá realizarse en espiga, es decir, aparcando hacia atrás, con el fin de mejorar la visibilidad a la hora de abandonar la plaza y reducir la velocidad, ya se que se necesita algo más de maniobra para aparcar. Este modelo de estacionamiento se estrenó ya en Caranza, cuando se realizaron las obras de la avenida del Mar.

Con la apertura al tráfico del Callao se recupera la circulación en el tramo de la calle de la Iglesia que estaba cortado al tráfico y se impide, de nuevo, circular por la calle Rubalcava, donde han vuelto a funcionar las cámaras de vigilancia que sancionan a los conductores que circulan por el perímetro de la plaza de Armas.

Las obras de la calle Lugo avanzan también a buen ritmo, con el asfaltado de la parte rodada de la calzada, para lo que se ha eliminado el adoquín, que se mantiene, sin embargo, en los espacios de aparcamiento, siguiendo el modelo de la calle del Sol. Posteriormente, se realizará el pintado de plazas de estacionamiento. 

El Callao se estrena sin adoquín y con nuevo aparcamiento en espiga

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