El fenómeno del turismo sobre ruedas se ha visto incrementado de manera exponencial en los últimos años y la costa de Ferrol es testigo de ello. Cada vez son más los que durante la temporada estival deciden convertir el patio trasero de su vivienda motorizada los arenales de la zona. Doniños y A Frouxeira, dos de las playas más populares de la zona, son paradas casi obligatorias para los que se animan a conocer esta parte de Galicia con su casa móvil. Antes se dejaba ver más en verano y ahora ya es constante y los parkings cuentan con campers o autocaravanas los doce meses del año.
“Este es un fenómeno que sigue creciendo, eso está claro”, asegura Roberto Varela, gerente de VanVanGo. Esta fue una empresa pionera en la zona en el alquiler de este tipo de vehículos que el pasado mes de abril cerró con un total de 17 servicios. Por su parte, el alcalde de Valdoviño, Alberto González, asegura que en las inmediaciones de A Frouxeira ya es habitual ver este tipo de turistas “durante todo o ano” y califica de “máis que positivo” esta forma de viajar, eso sí, matiza que esto es así “sempre que se sinta cómodo todo o mundo”, haciendo referencia a todos aquellos que eligen las playas del municipio para las jornadas en las que el tiempo acompaña o para la práctica de deportes como el surf o la pesca deportiva, cada vez más populares.
En este sentido también se pronuncia la concejala de Turismo de Ferrol, Maica García que explica que este es un turismo “activo y de naturaleza”, aunque asegura que es necesaria una “regulación para que los ferrolanos también podamos disfrutar de nuestro entorno”.
La “desestacionalización” que provoca esta moda se deja ver en las urbes, pero también en retorno económico en los municipios. Desde los supermercados hasta las cafeterías, desde ambos gobiernos se pone en valor la inversión de los campistas y Varela aproxima que se trata de unos “100 euros al día” por cada dos personas. Hace hincapié, asimismo, en que se trata de un tipo de turismo “con un alto poder adquisitivo” y que, en cierta manera “se está rechazando”.
Durante la pasada campaña estival, los vecinos y vecinas de Doniños tachaban de “incontrolada” la situación que se daba en los estacionamientos y el Concello anunciaba en enero que se llevaría a cabo un cambio de señalización para evitar este estilo de problemáticas.
“Hasta el momento había una norma no escrita. Ahora las señales son claras”, asevera la concejala de Seguridade, Pamen Pieltain.
Hace referencia a las nuevas señalizaciones que luce el arenal más concurrido de la ciudad naval que vetan el estacionamiento de autocaravanas y furgonetas camperizadas en el parking general. Asimismo, se limita la pernocta –la acampada no está permitida– en el área específica a un máximo de 48 horas.
Esta actuación ha suscitado una gran polémica en las redes sociales, donde los comentarios tachan esta actuación de “denunciable” e incluso de “discriminatoria”. Los usuarios hacen alusión, también, a qué tendrían que hacer aquellos que tienen una furgoneta como primer y único vehículo y a otros que hacen “mal uso” de sus turismos y “se cambian en pelotas en la explanada”.
También se han pronunciado al respecto los viajeros que a pesar de ser comprensibles y entender la medida, se cuestionan qué posibilidades de estacionamiento tendrán este verano.
A pesar de que estas nuevas directrices ya han entrado en vigor, el foco está puesto en la campaña estival. De esta forma, y siendo conscientes de que no todo el mundo está dispuesto a acatar las normas que ahora rigen el arenal de Doniños, desde el ejecutivo ferrolano han aseverado que se verá reforzada la presencia policial así como su rotación en las playas.
En este sentido, el ejecutivo que preside Rey Varela ha expuesto que el objetivo principal es el “ordenamiento de esta zona de estacionamiento porque hubo muchas quejas durante el año pasado y fue realmente desagradable. Hubo hasta reacciones agresivas y en ningún caso se puede llegar a tolerar este estilo de situaciones”, explica Pamen Pieltain.
Desde las administraciones se pone el foco en aquellos vehículos que no cuentan con servicios como baño, fregadero o ducha y que provocan una serie de residuos –desde jabón en las duchas de las playas hasta heces en caminos adyacentes a estas– que también han sido objeto de crítica por la vecindad. Desde el sector de caravanas aseguran que está es una cuestión “crucial”.
Sin embargo, desde la pandemia el precio de las autocaravanas se ha visto incrementado “en cerca de 20.000 euros”, exponen, por lo que la “camperización casera” ha proliferado y cada vez son más los “vehículos-cama”.
Aún así, es bien sabido que los actos dependen de las propias personas, no de la equipación que tenga una cabina encima de cuatro ruedas.