Blanco Rouco “cierra el ciclo” como alcalde colgando su retrato en el salón de plenos

Blanco Rouco “cierra  el ciclo” como alcalde colgando su retrato  en el salón de plenos
juan blanco rouco, con su familia, ante el retrato obra de miguel fernández luis polo

Juan Blanco Rouco vuelve a tener un lugar destacado en el salón de plenos del Ayuntamiento de Ferrol catorce años después de dejar la Alcaldía. El que fue regidor municipal del Partido Popular entre 1995 y 1999 se rodeó ayer de su familia, de parte de la actual corporación e incluso de algunas de quienes fueron personas de su confianza durante el mandato para disfrutar de la ampliación de la galería de alcaldes con su retrato, obra de Miguel Fernández.

Con el actual primer edil descubrió la pintura en el propio salón de plenos y precisamente fue a José Manuel Rey Varela a quien dirigió las primeras palabras de agradecimiento, por “insistencia” para que escogiese a un pintor y encargase el cuadro, que desde hace tiempo tiene su hueco reservado al lado de Xaime Bello (BNG), el último de los alcaldes –cronológicamente hablando– que forma parte de la galería.

Elegir al artista que se ocuparía de realizar el retrato no fue, como reconoció Blanco Rouco, tarea fácil, en parte porque “siempre me han dicho que no es fácil pintarme, porque no tengo unos rasgos muy característicos que permitan que se me reconozca”. Pero ya conocía la obra de Miguel Fernández –a quien comparó, por su pasado como almirante con Garcilaso de la Vega diciendo que es “valiente con la pluma, con la espada y con el arte” – y está más que satisfecho con el resultado. “Me veo tal cual soy y es lo que quería, que se viese mi manera de ser, de estar y que no hubiera que interpretarlo, porque a mí el arte interpretativo no me va”, apuntaba ayer el homenajeado. También agradeció la presencia de su familia –asistieron su esposa, su hija, su nuera y su nieta– y aseguró que con el acto de colocación de su retrato en el salón de plenos del Concello “termino mi ciclo como alcalde de Ferrol, ya quedo para siempre, para la posteridad”.

Rey Varela también consideró el de ayer un día especial. Reconoció que todos los alcaldes han ejercido su responsabilidad “y todos han ido legando lo mejor de su gestión a generaciones posteriores, con las muchísimas dificultades que ha acumulado desde siempre la ciudad”, pero en el caso de Blanco Rouco destacó su “gran humanismo” y sus muchos conocimientos, algo muy importante, dijo, en la persona de un alcalde. Como anécdota, narró que el propio exalcalde consideró este cargo como el más importante de los que ha tenido, entre ellos el de senador y el de vicepresidente de la Diputación, lo que demuestra “su cariño hacia esta ciudad”.

Por su parte, el pintor se mostró también contento con el resultado. Indicó que un retrato “siempre supone un reto y no es fácil, pero he procurado hacerlo con seriedad, como lo he hecho siempre, en mi vida anterior y ahora”. Alrededor de dos meses fue el tiempo que empleó Miguel Fernández en tener lista la obra, para la que contó, además del modelo, con fotografías de la época en la que fue alcalde. “Es como hacer el monstruo de Frankenstein, con perdón, pegando de un lado y de otro”, dijo, y fue inmediatamente puntualizado por el propio Juan Blanco, que precisó: “para que no sea un monstruo, claro”.

Blanco Rouco “cierra el ciclo” como alcalde colgando su retrato en el salón de plenos

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