Tres años tras tocar el cielo

Tres años tras tocar el cielo
Los jugadores del equipo ferrolano, celebrando con sus aficionados el ascenso logrado hace tres años | jorge meis

Fue tal día como hoy, pero en el año 2017, cuando O Parrulo Ferrol consiguió el ascenso a la máxima categoría del fútbol sala nacional, una Primera División en la que la próxima vivirá su cuarta temporada seguida. La victoria lograda en la pista del Elche (0-2) en el tercer y definitivo partido de la eliminatoria que los enfrentó se tradujo en una alegría que los cuatro componentes de aquella plantilla, y que esta campaña jugaron en el equipo ferrolano, recuerdan con especial cariño. “Es, de largo, mi mejor momento deportivo”, asegura Isma, en tanto que Miguel, con títulos e internacionalidades a sus espaldas, lo califica como algo “irrepetible”. “Fue el momento más feliz de mi carrera”, apunta el cancerbero Illi, en tanto que Diego Núñez lo cataloga, sin duda, como “el más bonito”.

Además de la importancia del logro, los protagonistas de aquella gesta destacan su carácter de inesperada. El equipo que entonces entrenaba Diego Ríos, tras completar una gran segunda vuelta, se clasificó para las eliminatorias por el ascenso unas jornadas antes de que acabase la liga regular. Lo hizo, eso sí, en la séptima posición, lo que lo privaba del factor cancha en cualquiera de las eliminatorias y lo medía, de primeras, al segundo mejor clasificado –sin contar los filiales– del campeonato inicial. “Pero nos plantamos con la idea de que éramos los únicos que no tenían nada que perder”, dice Illi, en tanto que Miguel explica que “el equipo poco a poco se lo fue creyendo”, mientras que Isma cree que “los rivales, en cierto modo, nos subestimaron. Y eso nos favoreció”.

Dificultades

El camino hacia el ascenso empezó para el equipo ferrolano frente al UMA Antequera, que había finalizado tercero en la liga regular –segundo entre los que no eran filiales– y que se adelantó al poco de empezar el primer partido, disputado en A Malata, aunque terminó sucumbiendo por 3-1 en un partido en el que la afición ferrolana jugó un papel clave. Así que el cuadro de la ciudad naval tenía dos oportunidades para lograr el pase en la localidad malagueña y, a pesar de que lo hizo con las ausencias de Zalra y Jacobo, lo rozó en el primer intento –perdió en la prórroga por 2-1– pero lo logró en el segundo –ganó 0-2–.

Las cosas empezaron peor para O Parrulo contra el Elche, quinto en la liga regular, pero que había apeado en la primera eliminatoria un Valdepeñas que había sido sexto en la fase inicial del campeonato. La derrota sufrida en A Malata (1-5) hizo que O Parrulo Ferrol se desplazase a la Alicante, como recuerda Diego Núñez, “con muy poquita confianza de casi nadie, aunque lo cierto es que en el equipo sí la había”.

“Lo que tenía ese grupo es que, cuando las cosas venían peor dadas, daba un paso al frente”, recuerda Miguel. Por eso, el 1-5 con el que saldó el segundo partido le dio paso a un tercero en el que Isma recuerda que “estuvimos muy bien”. Como explica Illi, que asegura haber visto repetido el partido muchas veces, “es una gozada ver a tus compañeros dejándose el alma por cada balón”. Y es que, como reconode Diego Núñez, “la clave fue el equipo que había dentro y fuera del vestuario. Éramos casi como una familia”. l

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