El acto de homenaje a las madrinas abrió las puertas a la fiesta de las Pepitas

El acto de homenaje a las madrinas abrió las puertas a la fiesta de las Pepitas

La música de “Ferrol donde yo nací” sonó en el teatro Jofre como preludio de lo que sería la jornada, un día soleado, tal como el que dice la canción, una de las más conocidas de las Pepitas.
Los alcaldes de la ciudad naval, Jorge Suárez, y Mondoñedo, Elena Candía, presidieron el acto, acompañados de miembros de la corporación local y mindoniense, en el que cada año se afianza la relación de estos dos concellos. El homenaje al periodista Xosé Luis Blanco Campaña, en su faceta de músico, autor de habaneras y valses para la noche de las Pepitas, y a las madrinas de las rondallas ferrolanas y de la comarca que participan en esta fiesta completaron la primera parte de la celebración del día, la institucional, a la que siguieron los pasacalles y actuaciones en la plaza de Amboage.
Jorge Suárez valoró el esfuerzo de las rondallas para convertir en una jornada como ayer “a Ferrol no centro do país” y recordó que la fiesta está declarada de Interés Turístico de Galicia.
Los vínculos con Mondoñedo, un pueblo con problemas comunes con Ferrol, como las comunicaciones o la demografía, fueron destacados por el regidor que abogó por que en una jornada como la de ayer “olvidemos as problemáticas e disfrutemos da festa e a troula”.
La alcaldesa de Mondoñedo –que acudía a Ferrol por primera vez en este cargo– citó a Cunqueiro en su intervención, para señalar que el papel de los políticos es que los sueños se hagan realidad porque “o home máis que a auga precisa beber soños”.
La colaboración entre los dos Concellos, desde el punto de vista cultural o turístico, es una apuesta de la regidora que ya compartió cuando los representantes de la ciudad naval acudieron a As San Lucas y deseó a la fiesta y a la ciudad “larga vida e mil primaveiras máis”.
Tras el intercambio de regalos institucionales, el concejal de Fiestas, Suso Basterrechea, recordó la tradición de las Pepitas y apostó por su continuidad, recordando que “o conxunto cultural é manter a tradición e engadir o novo”. Por eso, recordó que una ciudad con un conservatorio como el Xan Viaño, con 600 alumnos, debe tratar de apostar “porque esos cursos de púa e corda poidan ter saída e dean lugar a novos músicos”.
Las madrinas recibieron de manos de los regidores abanicos y pines para sus capas, además del calor y la música de sus rondallas. Se homenajeó así a Montserrat Fernández y Paula Calderón –infantil–, de Sonidos del Alba; Carmen Prieto Saez, del Club de Campo; Beatriz Martínez, de Añoranzas; Marián Ferreiro y Mieria Tapia –infantil, de Bohemios; Amalia Ameneiro, de la Rondalla Mugardesa; Elina Bardanca, de Trovadores de Ares; Lucía Couce, de Lucero del Alba; y Natalia Novo, de la Rondalla de Cariño.

Cantos populares para “rondar” a las mujeres ferrolanas

Tras el acto institucional celebrado en el Jofre, la fiesta de las Pepitas tomó el barrio de A Magdalena con los pasacalles de las ocho rondallas participantes (Sonidos del Alba, Club de Campo, Añoranzas y Bohemios de Ferrol; Rondalla Mugardesa, Trovadores de Ares, Lucero del Alba de Neda y Rondalla de Cariño) y el posterior festival celebrado en la plaza de Amboage.
Provistos de sus capas con coloridas citas y de los típicos instrumentos de cuerda como guitarras y bandurrias, los cerca de 300 integrantes de las agrupaciones –acompañados por sus respectivas madrinas– entonaron a viva voz las letras de las canciones con las que un año más homenajearon a las mujeres ferrolanas, a algunas de las cuales pudieron rondar bajo los balcones de sus casas.

canciones
Letras como “Xa se escoita querida Pepita/na cidade ó chegar a noitiña/a canción que melosa acariña/o teu nome diante dun balcón...” o “Sal Pepita a la ventana/sal hermosa a tu balcón/despierta mujer divina/que a tu puerta está el amor...” sonaron por la ciudad al ritmo marcado por el desfile que las rondallas realizaron desde la Plaza de Galicia –de la que fueron saliendo sucesivamente con un pequeño intervalo de tiempo– hasta Amboage, donde cada una interpretó un pasacalles, un vals y una danza. La climatología respaldó también la celebración lo que animó a muchos ferrolanos a salir a la calle para disfrutar de una fiesta con gran arraigo popular y que certificó, una vez más, la gran tradición y pasión por la música que existe en la ciudad naval.
Una celebración, también, que necesita asegurar el relevo generacional para poder garantizar su continuidad, por lo que en cada nueva edición se anima a los jóvenes a sumarse a las rondallas para seguir disfrutando por muchos años más de una cita única y singular. n

El acto de homenaje a las madrinas abrió las puertas a la fiesta de las Pepitas

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