9º-16º
miércoles | 24 abril | 2024
El cantautor Erik La Chapelle, uno de los talentos subterráneos de la música independiente en España, llegó hace una década con una beca y se quedó a dar clase de inglés y a traducir. El californiano también vino con una guitarra, con la que ya tenía un prestigio en su país, y no ha hecho otra cosa que crear un sonido propio, el “folk cósmico”, y docenas de canciones que juegan con los sentimientos y la realidad social. Hoy el pub Manchita Cosa ofrece a las 23.00 horas una actuación de este creador. La entrada cuesta 2 euros.
Pertenece usted a la estirpe de músicos foráneos que llegaron a España y se quedaron.
Sí, en mi caso llegué con una beca tipo Erasmus desde California en el año 2002. Allí ya tenía una trayectoria, propia y con grupos, incluso algún disco. Pero al llegar aquí fue empezar todo de nuevo. La verdad es que no he parado, con varios proxectos y en solitario, como esta noche.
¿Cómo ha sido su trayectoria aquí como músico?
En cuanto a conciertos actúo bastante en el norte (Galicia, Asturias, etc.) y en Madrid. Tengo varios proyectos, como Unknow Artists, con Steve Kynock, y el disco “Tábula rasa”. Cada cosa, tocar en solitario o con banda, tiene sus ventajas, pero si un grupo funciona bien, eso es fantástico. Como Erik La Chapelle recomendaría el disco “Erik and 3 guitars”, del que hoy haré bastantes canciones en el concierto.
Algún crítico ha definido su estilo como folk cósmico. ¿Cómo lo ve usted?
Sobre ese tema he colgado un vídeo en Youtube. Hay unas canciones de amor, sociales, de compromiso o lo que sea, pero hay un tratamiento atmosférico, intenso y con el uso de distorsión en la guitarra, pedales, wawas, slide, ecos y otros efectos. A veces el público te ve con una simple guitarra y cree que vas a hacer una cosa, y se sorprenden. Por lo demás mis artistas favoritos son Ben Harper, los Chilli Peppers, Dylan, Elvis... va por etapas. Lo importante es comunicar y emocionar en el escenario.
Un tema como “Indifference” habla del egoísmo de la sociedad actual.
Sí, de como somos inmunes al sufrimiento de los de al lado y de la catástrofe que eso supone. Siempre hay que interesarse por lo que les pasa a los demás.
