11º-18º
viernes | 19 abril | 2024
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, justificó ayer la reforma educativa con el argumento de que el sistema escolar vigente está anticuado y estancado, es excesivamente rígido y uniforme y no proporciona los resultados académicos deseados.
Wert intervino en el Pleno del Congreso, donde se debate la totalidad del proyecto de Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y las once enmiendas de devolución presentadas por la oposición, entre ellas una de los gallegos del Bloque.
El ministro defendió que la reforma busca aumentar la calidad de la enseñanza, disminuir la tasa de abandono escolar prematuro (situado en el 25 %) y mejorar de forma significativa las posibilidades de empleo de los jóvenes, ya que el paro juvenil se sitúa en el 57,5 más del doble de las medias europeas. Además, un cuarto de jóvenes entre 18 y 24 años ni estudia ni trabaja.
El ministro aseguró que el sistema vigente es equitativo al garantizar el acceso a la educación, pero no tanto para asegurar la permanencia escolar según la situación económica.
Así, el abandono escolar prematuro llega al 35% de los alumnos cuyas familias se encuentran en el grupo de renta per cápita más baja, frente al 10% de la más alta. Es del 45% entre las familias que peor lo tienen para llegar a fin de mes y de un 7 por ciento entre las más desahogada.
recentralización
Wert rechazó que la ley signifique una recentralización de competencias, sino una distribución nueva de éstas “acorde con la Constitución”.
En este punto ha citado los tres bloques en que se dividirán las asignaturas de primaria, secundaria y bachillerato: troncales, específicas y de libre configuración.
Sobre las evaluaciones externas estandarizadas que propone la reforma al terminar la ESO y el Bachillerato, indicó que los resultados académicos mejoraron en los 17 países europeos que las introdujeron en una horquilla del 20 al 40%.
El ministro negó que sean reválidas, pues no tienen fin punitivo o de obstaculizar la progresión de los alumnos, lo que sería incongruente con los fines de la ley, ni tampoco servirá para “clasificar” centros.
La baja autonomía de los centros y la debilidad de la tasa de titulados de FP también si se compara con Europa son otras debilidades.
Los países que han conseguido mejorar, ha explicado, lo han hecho con modificaciones legales que prestan más atención a la capacidades personales del alumnado, la atención individualizada, la flexibilidad de la trayectorias educativas y con evaluaciones externas, dijo.
