La ingesta moderada de cerveza, un hábito saludable

La ingesta moderada de cerveza, un hábito saludable

Los antioxidantes contenidos en bebidas fermentadas como la cerveza podría ejercer un efecto protector frente a la aparición de enfermedades cardiovasculares, según refleja el estudio Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea). El doctor Ramón Estruch, consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona, presentó este sábado en Vitoria este estudio sobre el efecto de la dieta mediterránea y el consumo moderado de bebidas fermentadas en la salud cardiovascular.

Durante la jornada, dirigida a médicos de atención primaria, Estruch señaló que el estudio concluye que los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea se consiguen “a través de la mezcla de alimentos, por lo que es importante centrarse en patrones de alimentación y no en productos específicos”. La dieta mediterránea incluye una alimentación variada en la que predomina el consumo de verduras, frutas, legumbres y hortalizas, así como cereales integrales, pescado, carnes blancas, frutos secos y aceite de oliva. Asimismo, señala que un consumo moderado de bebidas fermentadas, como la cerveza –siempre en adultos sanos–, “podría mejorar el perfil lipídico y favorecer la absorción de polifenoles, un tipo de antioxidantes presentes en las bebidas fermentadas y otros alimentos de origen vegetal”.
El doctor Estruch afirmó que el estudio “Bases científicas de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cerveza en el sistema cardiovascular”, publicado en revistas “de prestigio internacional” como Atherosclerosis y Nutrition Metabolism, concluye que “el consumo moderado y regular de cerveza, en las comidas principales, podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, es decir, el endurecimiento de los vasos sanguíneos por la acumulación de grasa, así como sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo vascular moderado-alto”.

Por otra parte, durante la realización del estudio se observó que la composición corporal (peso, índice de masa corporal y relación cintura-cadera) de los sujetos participantes no se vio afectada tras el consumo moderado de cerveza. “La cerveza es una bebida fermentada, elaborada a partir de ingredientes naturales que contiene vitaminas y minerales, además de ser fuente de compuestos bioactivos como los polifenoles. El consumo de alimentos ricos en este tipo de compuestos podría ayudar a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o diabetes. Así, el consumo moderado de bebidas fermentadas podría ser una opción para acompañar a las comidas en el marco de una dieta mediterránea, siempre que se realice por adultos sanos”, afirmó.

La ingesta moderada de cerveza, un hábito saludable

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