Vox ha abierto este lunes una crisis política e institucional inédita en Baleares después de que cinco diputados autonómicos 'rebeldes' hayan decidido expulsar del grupo parlamentario al mismo presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, y a la líder del partido en las islas, Patricia de las Heras.
A la crisis institucional -el Parlament debe ahora elegir un nuevo presidente- se suma la política porque el Govern balear de Marga Prohens (PP) dispone de 25 diputados y precisa de cinco más para llegar a la mayoría absoluta que posibilite sacar adelante sus iniciativas políticas.
Los cinco diputados díscolos han anunciado en una comparecencia ante la prensa sin preguntas que expulsaban a Le Senne y De las Heras por la necesidad de lograr "unidad" y "la mejor organización posible".
La reacción de la dirección estatal del partido de Santiago Abascal ha llegado poco después y ha sido tajante, con el inicio del proceso de expulsión estos cinco diputados: Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, María José Verdú, Agustín Buades y Manuela Cañadas.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha afirmado que estos cinco "sujetos" han tomado la decisión "movidos exclusivamente por una ambición personal" y de forma "unilateral", sin autorización ni información previa al Comité Ejecutivo Nacional.
La primera consecuencia de esta crisis es que Gabriel Le Senne abandonará la presidencia del Parlament este miércoles, cuando se reúna la Mesa, y a partir de ahí se abrirá una incierta negociación política para designar a su sustituto.
En declaraciones a los periodistas, Le Senne, visiblemente afectado por la situación, ha explicado que ha sido expulsado por "seguir las directrices" del partido en Madrid.
Le Senne y De las Heras serán a partir de ahora diputados no adscritos y los otros cinco representantes de Vox "secuestrarán" el grupo, ha lamentado el todavía presidente de la Cámara.
El detonante de su expulsión, ha elucubrado, tal vez sea que él y De las Heras estuvieron este pasado sábado en Madrid en el congreso que reeligió a Santiago Abascal como presidente del partido. Ninguno de los 'rebeldes' acudió a esa cita.
Por su parte, la portavoz de los díscolos, Iodia Ribas, ha garantizado que todos ellos trabajarán "codo con codo" con el PP para hacer posible la gobernabilidad de Baleares. "No vamos a permitir que nada ni nadie se interponga en ello", ha asegurado.
La crisis ha sorprendido a la presidenta del Govern, Marga Prohens, en Menorca, donde ha dicho que esta situación solo afecta al Parlament, pero ni a su ejecutivo ni al acuerdo programático de gobierno firmado por el PP con Vox al inicio de legislatura.
Prohens ha expresado su "máximo respeto" ante esta "crisis política" de Vox y ha hecho un llamamiento "a la responsabilidad y la estabilidad en una institución como el Parlament".
La oposición del PSIB-PSOE y MÉS han responsabilizado de esta situación a Prohens por pactar con Vox, que no forma parte del ejecutivo balear pero ostentaba la presidencia del Parlament y apoya al PP con sus votos.
Los socialistas han lamentado "todo este disparate", que supone una "crisis institucional sin precedentes".
Para los ecosoberanistas de MÉS, la culpa es de la líder del PP balear por dar "la llave de la gobernabilidad" de las instituciones públicas de las islas a un socio "inestable que no es de fiar".
Vox obtuvo 8 diputados en las elecciones de mayo de 2023 en un Parlament de 59 representantes. Hasta este lunes contaba con 7 por el abandono en octubre del menorquín Xisco Cardona tras su destitución como portavoz adjunto por discrepar de la estrategia de presión al PP para aprobar los presupuestos autonómicos.