La visita del colista, arma de doble filo

La visita del colista, arma de doble filo
Míchel Alonso asegura sentirse respaldado a pesar de los discretos resultados del equipo JORGE MEIS



Que el próximo rival del Racing sea el Burgos, colista del grupo I, es un arma de doble filo. Con dos puntos sumados y ninguna victoria en su haber, el cuadro castellano visita A Malata con la idea de derrotar a un adversario que tampoco está protagonizando un arranque de campeonato demasiado brillante y que ha perdido tres de los cuatro partidos que ha disputado como local. Por eso, el técnico racinguista, Míchel Alonso, admite el peligro que conlleva la situación clasificatoria de la escuadra burgalesa, “porque algún día va a vencer... y nuestra intención es que no sea aquí”.
El mal inicio que está protagonizando un Burgos que al principio de la competición liguera se postulaba como uno de los candidatos a estar en los puestos de cabeza –“es que es un grande de la categoría”, considera Míchel Alonso– se ha cobrado ya la cabeza del técnico Paco Fernández. Con Manix Mandiola al frente del Burgos desde hace dos jornadas, el técnico racinguista dice que “están intentando ser fuertes defensivamente. Por ejemplo, en el último partido jugaron de forma muy directa sobre Montero”.
El preparador de Caranza predice por eso que “van a intentar no conceder demasiado” en el aspecto defensivo y, a partir de ahí, aprovechar la calidad de sus jugadores ofensivos, como –además del mencionado Montero, que destaca sobre todo por su altura–, el exracinguista Álvaro Antón, Fito Miranda o Arniche.

tranquilidad
Míchel Alonso también confía en que una victoria del Racing en el partido de mañana contra el Burgos empiece a silenciar el ruido que hay a su alrededor por culpa del discreto arranque de competición que está realizando. “Cuando las cosas no van bien siempre aparecen cosas negativas”, reconoce el preparador de Caranza, ya con la suficiente experiencia para saber que el entrenador siempre es el primer señalado. “Por eso, toca aguantar y seguir”, asegura antes de revelar que “de puertas hacia dentro me siento respaldado. Totalmente respaldado. Lo de fuera son cosas que no puedo manejar... ni tampoco es mi intención”.
El técnico también dijo no tener constancia de que el club esté descontento con el rendimiento de algún jugador. Y, además, dejó un aviso a navegantes de cara a futuras situaciones parecidas. “Si así fuera, será importante que los trapos sucios los laváramos en casa”, aseguró.

La visita del colista, arma de doble filo

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