Un “pichichi” en lo más alto

Un “pichichi” en lo más alto
Pablo Rey, después de marcar uno de los goles que ha logrado en el campeonato | gonzalo salgado

Los dos tantos que Pablo Rey marcó frente al Arenteiro lo aúpan, con once, al liderato de la clasificación de máximos realizadores del grupo 1 de Tercera. Y, aunque el capitán racinguista admite que “es algo que me sorprende”, sobre todo teniendo al lado a dos reputados goleadores como Juan Antonio y Joselu, lo asume como una evolución en su trayectoria. “Siempre me caractericé por ser más de asistencias que de meter goles, pero los años y la experiencia te hacen ver más portería”, razona antes de apuntar que a estas alturas del campeonato nunca había marcado tantos como ahora.


Pablo Rey explica que, a sus 33 años de edad, “me encuentro muy bien, bastante mejor que cuando tenía 24”. A ello ayuda la experiencia adquirida a lo largo de una carrera en la que ha aprendido a administrar los esfuerzos. Por eso, aunque reconoce que “es cierto que de algún partido te cuesta más recuperarte”, pretende ser de esos jugadores que dan su mejor nivel superada la treintena.


Seguir marcando goles no es, sin embargo, algo que obsesione a Pablo Rey, que defiende que “lo que me preocupa es que los goles sirvan para ganar”. Así que la intención de cara a los dos últimos encuentros antes del parón navideño, este domingo frente al Laracha y la semana que viene ante el Racing Villalbés, es ganar para llegar ahí con 40 puntos. “Y eso sería hacer una primera vuelta muy buena y nos haría irnos con buen sabor de boca”, asegura el capitán.

Evolución
El jugador ferrolano valora que “es ahora cuando te das cuenta que lo mal que empezamos hasta nos vino bien”. A este respecto, Pablo Rey explica que “nos tuvimos que poner el mono de trabajo, el ‘mister’ nos convenció de que jugar de una manera más sencilla, más en largo, era lo mejor para sacar resultados. Lo conseguimos, ahora volvemos a hacer más cosas con el balón y los resultados siguen llegando”.


A su juicio, lo vivido en las primeras jornadas del campeponato hace que el Racing se encuentre “en un estado de alerta permanente, más intenso, más concentrado”. Pero, una vez superado eso, el cuadro verde saca partido de la capacidad de sus futbolistas para nutrir de ocasiones a los jugadores que están más cerca de la portería rival. “Y otros necesitan más”, dice.

Un “pichichi” en lo más alto

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