10º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Respondió el partido que ayer enfrentó el Racing y al Deportivo a lo que se espera de un derbi como este: emoción, incetidumbre por el resultado y mucha, mucha tensión. De ahí que el resultado fuese de empate, reflejo de lo que se vio sobre un terreno de juego en e que apenas se vio la capacidad de dos de las mejores escuadras del grupo 1. Al menos, el resultado le sirve al cuadro verde para enlazar, por segunda vez en lo que va de campeonato, cuatro jornadas sin perder, con el objetivo del playoff de ascenso a la categoría de plata nacional a la vista.
Saltó el Racing sin miedo a Riazor, dispuesto a discutirle el dominio de la posesión al Deportivo. Ambos equipos, de hecho, se repartieron el control en unos primeros minutos en los que las ocasiones llegaron solo a través de disparos lejanos tras pérdidas de balón del rival, como el del local Juergen tras recuperar en campo contrario, aunque la pelota se fue desviada y no llegó a suponer un peligro verdadero.
Se fue acentuando el dominio de la posesión del Racing a medida que el Deportivo se fue cargando de tarjetas. Esra lucha en el centro del campo, sin embargo, no se tradujo en ocasiones para ninguno de los contendientes, sobre todo porque el juego careció de la continuidad necesaria y ninguno de los equipos se quiso salir del guion prestablecido.
Fue en los últimos minutos del primer acto cuando llegó la mejor ocasión para el Racing, llegada de una acción en la que Heber Pena le ganó la espalda a su par para recibir la pelota dentro del área. Ahí, apostó por pasar a David Rodríguez para que este remachase, pero en realidad no fue capaz de conectar de manera clara la pelota y esta se fue fuera poco antes de llegar al descanso.
Empezó el Racing la segunda parte asustando, con una colada por la banda izquierda de Heber Pena –el racinguista más incisivo hasta entonces– que, sin embargo, no encontró rematador. De hecho, esta ocasión dio paso a los mejores minutos del Deportivo, que a partir de ahí sometió el equipo ferrolano solo por jugar con más intensidad y empuje, porque en realidad el equipo herculino no fue capaz de probar al portero Gazzaniga, sino que solo fue capaz de forzar un saques de esquina para demostrar que era el dominador.
Recurrió entonces Cristóbal Parralo a los cambios para frenar el empuje del rival y a fe que lo consiguió. No solo eso sino que el Racing recuperó las fuerzas para acecarse a la porterí rival, un territorio que le pareció prohibido durante un buen trecho, pero al que regresó con fuerza, con un cabezado de David Rodríguez que el portero Mackay, “in extremis”, fue capaz de salvar.
A partir de ahí, el choque se convirtió en un continuo ida y vuelta en el que los dos equipos dispusieronnde llegadas para marcar. El Deportivo tuvo una clarísima con un remate múltiple sobre la porterñia de Gazzaniga que, sin embargo, no llegó a colarse. El Racing, mientas lo siguió intentando, sobre todo, a través de la verticalidad de Heber Pena por la banda izquierda o, en los minutos finales, con la apariciíon de Joselu y Nathan Palafoz. Pero no hubo forma de mover el marcador inicial, así que ambos se tuvieron que conformar con un punto que sabe bien... pero que sabe a poco.
